Hoy vamos a indagar alrededor de ideas asociadas a la innovación. Particularmente, al desarrollo del pensamiento innovador, derivado de mis experiencia impartiendo este curso en los posgrados de ingeniería. En mi generación, entre los años 70 y 80, muchos fuimos informados sobre el método científico, el cual iniciaba con la observación, y ni en sueños se hablaba de innovación en esa época.
Luego llegó este concepto y tomó auge; por ello, desarrollé una lista de habilidades para tener una mente innovadora, la cual, al compararla con el método científico, tienen cierta similitud. Ahora no se hace tanto énfasis en la observación (como se comprende en el método científico), pero se habla de “mirar fuera de la caja,” con otros ojos, y ello está relacionado con la observación. Por ello, como a las habilidades de empoderamiento les preceden las habilidades blandas, a la mentalidad innovadora le precede el método científico.
Existe un conjunto de habilidades y estrategias que se requieren para desarrollar el pensamiento innovador, que abordaremos desde tres puntos de vista. El primero descansa en las ideas de Yuval Noah Harari en su libro “Sapiens” (Harari, 2014) sobre ¿Qué hizo el Sapiens para imponerse sobre todas las demás especies? Aquí resaltan la capacidad de colaborar en grupos, y la imaginación para contar historias; capacidades mutuamente dependientes, pues sí un grupo cree una historia, todos la siguen y colaboran, y en la colaboración surgirán nuevas historias que mantendrán unido al grupo. El segundo punto se relaciona con el libro de Mariano Sigman sobre “La vida Secreta de la Mente” (Sigman, 2020), donde se revisa lo que pasa en nuestro cerebro cuando decidimos, sentimos y pensamos: ¿cómo poder sacar provecho de tal información? El tercer punto de vista lo desarrolla Jared Diamond en su libro “Armas, Gérmenes y Acero” (Diamond, 2019), cuando, platicando con un nativo de Guinea, este le preguntó ¿Por qué vosotros, los blancos, desarrollasteis tanto cargamento y lo trajisteis a Nueva Guinea, pero nosotros, los negros, teníamos tan poco cargamento propio? Este libro revisa la historia de la humanidad para tratar de entender por qué unos tienen más que otros.
Por lo anterior, podemos decir que desarrollar el pensamiento innovador requiere rehacerse de las habilidades que hicieron exitoso al Sapiens; contar nuevas historias, sacar provecho de la intuición y los sentimientos, usando mecanismos y estrategias que nos abran los caminos que los sentimientos suelen cerrarnos, y visualizar los medios para acceder a los recursos necesarios en nuestras sociedades. Si miramos nuestro entorno, nos faltan historias nuevas, que podrían o no estar precedidas de las que tenemos. Hace poco, reescuchaba una opinión de Antonio Escohotado, fallecido en 2021, de su conferencia titulada “Los enemigos de la realidad”, donde menciona que una de las ventajas del capitalismo es favorecer a que las sociedades hayan salido de la miseria y la barbarie.
En ello hay dos factores que parecen influir en el progreso. Por un lado, la suerte y la habilidad de cada individuo, y por el otro la destrucción creativa que explota lo que da prosperidad, y que puede resumirse en innovación. Así, la innovación supone explícitamente que para su ejecución se debe ser provocador, nos lleva a romper con lo establecido. Ello mejora lo antiguo, da lugar a nuevo conocimiento, con lo cual el mundo ha cambiado drásticamente de lo que era, por ejemplo, en la Edad Media. Sin embargo, pareciera que la prosperidad se ha detenido. Por ello debemos pensar en historias que reformen el concepto para pasar de una destrucción creativa a una construcción y reconstrucción creativa.
Referencias:
Diamond, J. (2019). Armas, Gérmenes y Acero. DEBOLSILLO.
Harari, Y. N. (2014). Sapiens. DEBATE.
Sigman, M. (2020). La vida secreta de la mente. DEBATE.