Muchos de nosotros hemos dedicado una parte de nuestra vida a los videojuegos. Yo mismo he pasado más de un año entero frente a la pantalla, con un control o un teclado en las manos, y estoy casi seguro de que, si estás leyendo esto, también lo has hecho al menos una vez. Existen de todo tipo y para todos los gustos. 

Desde hace más de sesenta años forman parte de nuestra cultura y, en ese recorrido, han surgido auténticas obras de arte. Algunos títulos, con varias décadas a sus espaldas, estuvieron limitados por la tecnología de su época; sin embargo, juegos como Tetris demostraron que la genialidad no necesita gráficos espectaculares para trascender. Por otro lado, las entregas más recientes han dejado claro lo mucho que un videojuego puede significar para el mundo.

Entre quienes amamos este medio, la conversación sobre cuáles han sido los mejores videojuegos de la historia siempre será interesante. Entonces, ¿cuáles han sido los mejores? La pregunta no es sencilla: habría que combinar calidad, influencia, genialidad y diversión para intentar definir al menos un “top tres”.

Muchas páginas y revistas han expresado su opinión al respecto. El ranking de Rolling Stone coloca en lo más alto a The Legend of Zelda: Breath of the Wild, seguido por Tetris y Grand Theft Auto V. En cambio, la influyente Metacritic posiciona a The Legend of Zelda: Ocarina of Time, Tony Hawk's Pro Skater 2 y Grand Theft Auto IV. Ambas listas incluyen auténticas joyas. Ser sincero me obliga a admitir que elegir es complicado, pero si me lo preguntaran, probablemente respondería: Elden Ring, Ocarina of Time y Metal Gear Solid 3: Snake Eater. Aun así, sería injusto dejar fuera títulos como DOOM, Street Fighter II, Minecraft, Final Fantasy VII o incluso otro Zelda.

Lo cierto es que los videojuegos han sido una parte fundamental en la vida de muchos. Al final, más allá de cualquier lista o ranking, cada quien guarda en su memoria ese título especial: el que lo acompañó en una etapa importante, el que jugó durante noches interminables, o el que le permitió hacer amigos que aún recuerda con cariño. Porque, en el fondo, el mejor videojuego de la historia no es aquel que aparece en una revista, sino el que logró quedarse para siempre en nuestro corazón.