La Aplicación de la Inteligencia Artificial debe contribuir al bien común
27/03/2025
Autor: Juan Méndez
Foto: Juan Méndez

Las tendencias internacionales actuales se centran en la inteligencia artificial y el uso de metadatos. La IA representa un avance significativo para la sociedad, pero su implementación requiere medidas de seguridad, principios éticos y formación adecuada para los usuarios.

La inteligencia artificial continúa demostrando su capacidad transformadora en diversos sectores. La UPAEP, en colaboración con Oklahoma State University, ha logrado un caso exitoso en la aplicación de tecnologías avanzadas para el análisis de sentimientos.

Juan Carlos Pérez García, Director del Posgrado en Planeación Estratégica y Dirección de Tecnología de la UPAEP, y Josías Hernández Pérez, estudiante del Doctorado en Planeación Estratégica y Dirección de Tecnología, presentaron los detalles de este innovador proyecto.

Pérez García resaltó la importancia de vincular estrategia y tecnología dentro del plan de estudios doctoral que dirige. "Las tendencias internacionales actuales se centran en la inteligencia artificial y el uso de metadatos. Nuestro programa ofrece a los estudiantes oportunidades de internacionalización, como el caso de Josías Hernández, quien ha desarrollado esta investigación en Oklahoma State University y ha recibido un reconocimiento destacado en el campo de la ciencia de datos".

Hernández Pérez explicó su proyecto, desarrollado junto con la organización sin fines de lucro TAPS (Tragedy Assistance Program for Survivors), que brinda apoyo a familiares de militares fallecidos. "El duelo es un proceso complejo y dinámico. TAPS recibe grandes volúmenes de información de los afectados —encuestas, correos electrónicos y transcripciones de llamadas— lo que dificulta identificar con precisión la etapa emocional de cada persona", explicó.

Para abordar este desafío, el equipo implementó un modelo de inteligencia artificial basado en Large Language Models (LLMs) para procesar y clasificar estos datos no estructurados, permitiendo identificar patrones emocionales y anticipar respuestas en tiempo real. "Esta tecnología ha permitido a TAPS mejorar significativamente la eficacia de su programa, optimizando el análisis y la asignación de recursos para brindar apoyo oportuno a los afectados", señaló Hernández Pérez.

El alcance de esta investigación trasciende su aplicación inicial. Según Hernández Pérez, "el 85% de la información que manejan las empresas está en formato no estructurado: comentarios en redes sociales, correos electrónicos y reseñas en línea. La inteligencia artificial permite procesar estos datos para generar conocimientos valiosos que mejoren la toma de decisiones".

Esta colaboración entre la UPAEP y Oklahoma State University demuestra el potencial de la inteligencia artificial en el análisis de sentimientos y emociones. En un mundo donde la información crece exponencialmente, estas herramientas resultan esenciales para el desarrollo estratégico de organizaciones en diversos sectores. Este logro consolida la posición de la UPAEP como institución líder en investigación aplicada y desarrollo tecnológico.

Pérez García señaló que actualmente, desde la renovación de planes telefónicos hasta la solicitud de créditos hipotecarios, existe una digitalización acelerada que impulsa a las organizaciones a incorporar herramientas de IA para mejorar sus decisiones. Sin embargo, advirtió que el riesgo de un manejo inadecuado de la información es constante, por lo que la protección de datos debe ser prioritaria para empresas y gobiernos.

"Observamos avances significativos en la seguridad de la información, como la transformación de la CURP en un certificado con datos biométricos. Esto implica que la base de datos gubernamental será fundamental para garantizar la seguridad informativa de los ciudadanos", indicó Pérez García. Añadió que las empresas deben fortalecer sus estrategias de ciberseguridad para proteger los datos de sus clientes.

Hernández Pérez enfatizó la necesidad de ser prudentes al publicar información personal en redes sociales. Explicó que los ciberdelincuentes pueden construir perfiles detallados a partir de publicaciones dispersas en el tiempo, aumentando el riesgo de robo de identidad y fraudes. "Con frecuencia, las personas comparten detalles de su vida sin percatarse de que proporcionan información crucial que puede ser utilizada en su contra", advirtió.

Sobre la ética en el uso de la IA en medicina, Pérez García destacó que la formación universitaria es fundamental para garantizar un uso responsable de la tecnología. "El conocimiento es solo una parte del proceso; lo crucial es su aplicación", señaló. Agregó que la integración de la IA en procedimientos médicos debe regirse por normas éticas que prioricen el bienestar del paciente.

Actualmente, diversos hospitales en México emplean robots para cirugías, lo que ha generado debates sobre la inclusión de estos procedimientos en los seguros médicos mayores. "Este es un cambio inevitable. La IA en medicina llegó para quedarse, y debemos desarrollar regulaciones que aseguren su implementación adecuada", enfatizó Pérez García.

Los expertos analizaron también el impacto presente y futuro de la IA en las redes sociales. "No hablamos de cambios futuros, sino de una realidad actual", señaló Pérez García. Subrayó que la proliferación de aplicaciones basadas en IA exige usuarios más críticos y selectivos con la información que consumen y comparten.

Hernández Pérez concluyó que la educación digital es fundamental para el uso apropiado de la IA en redes sociales. "Necesitamos formar ciudadanos digitales responsables que entiendan los riesgos y beneficios de estas tecnologías", afirmó.

En conclusión, la inteligencia artificial representa un avance significativo para la sociedad, pero requiere medidas de seguridad, principios éticos y formación adecuada para sus usuarios. La colaboración entre instituciones académicas, empresas y gobiernos será esencial para garantizar que la IA contribuya al bienestar común.