Puebla avanza en crecimiento industrial, pero enfrenta retos sociales y económicos estructurales
16/08/2025
Autor: Juan Méndez
Foto: Juan Méndez

INEGI reporta reducción de la pobreza multidimensional, aunque persisten carencias en salud, seguridad social y educación.

La economía poblana en 2025 presenta un panorama mixto: por un lado, un repunte industrial que la coloca entre los estados con mayor crecimiento en el primer cuatrimestre del año; por el otro, retos persistentes en materia social que mantienen a más de 2.8 millones de poblanos en condición de pobreza multidimensional. Así lo señaló Anselmo Salvador Chávez Capó, profesor investigador de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de UPAEP.

De acuerdo con datos del INEGI, el sector secundario —que en Puebla aporta alrededor del 40% del Producto Interno Bruto— tuvo en abril de 2025 un incremento de 5.2% respecto al mismo mes del año anterior, impulsado principalmente por la industria automotriz y la tregua temporal en materia arancelaria con Estados Unidos. Empresas como Volkswagen y Audi fueron determinantes para esta recuperación, tras la caída registrada en 2024.

“Estamos observando una tendencia positiva en el sector industrial poblano. Sin embargo, esta dinámica depende en gran medida de que se logre certidumbre en la normatividad comercial con Estados Unidos. La inversión extranjera sigue en un momento de ‘esperar y ver’, lo que puede frenar el crecimiento si no se generan condiciones claras”, advirtió Chávez Capó.

El nuevo reporte de pobreza multidimensional, elaborado por el INEGI tras la desaparición del CONEVAL, muestra que Puebla redujo este indicador del 54% en 2022 al 43.4% en 2024, lo que significa que 10.6 puntos porcentuales de la población salieron de esta condición. No obstante, la entidad ocupa el quinto lugar nacional en pobreza, solo detrás de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

Esto equivale a 2.86 millones de personas en pobreza multidimensional y cerca de 481 mil en pobreza extrema. Las principales carencias sociales que enfrentan los poblanos son:

Seguridad social: 67.7% de la población carece de acceso.

Servicios de salud: 47.3% sin cobertura, solo superado por Chiapas.

Rezago educativo: afecta al 22.7% de la población.

Alimentación nutritiva y de calidad: carencia en 17% de los habitantes.

Servicios básicos de vivienda: 18.8% sin ellos.

Calidad y espacios de vivienda: insuficientes para el 10.2%.

Chávez Capó atribuyó la reducción en los niveles de pobreza a tres factores: la recuperación económica postpandemia, el incremento sostenido del salario mínimo por encima de la inflación y los programas de transferencias sociales. Sin embargo, advirtió que los desafíos son estructurales y requieren políticas públicas integrales.

“Puebla ha logrado avances, pero sigue enfrentando retos profundos. No basta con crecer económicamente; se necesita redistribuir el ingreso, mejorar salarios y garantizar el acceso efectivo a salud, educación y seguridad social”, puntualizó.

El académico alertó sobre un fenómeno reciente que podría impactar negativamente la economía: la caída en el envío de remesas. En junio de 2025, éstas disminuyeron 16.2% anual, sumando 5,200 millones de dólares.

Según explicó, la política migratoria actual en Estados Unidos, con detenciones y deportaciones exprés, está limitando la capacidad de los trabajadores mexicanos para generar y enviar recursos a sus familias. Esto, dijo, no solo afectará el consumo interno en México, sino que también podría generar presiones inflacionarias en el mercado estadounidense.

“Es probable que a corto plazo esta política no cambie, pero en el largo plazo afectará la productividad y la economía de ambos países. Los inmigrantes son necesarios para el sector laboral estadounidense; se requieren programas que les den certeza legal y laboral”, expresó.

Retos y oportunidades

Chávez Capó concluyó que para consolidar el crecimiento de Puebla es necesario:

Mantener y diversificar la actividad industrial.

Asegurar certidumbre normativa y comercial con socios internacionales.

Diseñar políticas públicas que ataquen de raíz las carencias sociales.

Mantener transparencia y rigor metodológico en la medición de la pobreza.

“El objetivo no es solo salir de la pobreza estadística, sino construir sociedades más equitativas, con oportunidades reales para todos”, enfatizó.