Quien experimenta la misericordia de Dios está llamado a ser testigo de esperanza en su familia y en la sociedad.
Los días 4 y 5 de octubre, el Centro de Vinculación de la UPAEP abrirá sus puertas para recibir a cientos de fieles en el XXI Congreso Internacional de la Divina Misericordia, evento que, desde hace 21 años, busca difundir el mensaje de amor, perdón y esperanza inspirado en la devoción a la Divina Misericordia revelada a Santa Faustina Kowalska.
En rueda de prensa, los organizadores compartieron los preparativos de esta edición, que contará con ponentes nacionales e internacionales, momentos de oración y la presencia de la jerarquía eclesial poblana.
Rogelio Maldonado Becerril, coordinador del Congreso, explicó que este encuentro tiene como propósito “presentar un panorama distinto en este momento de crisis que vive la sociedad, recordándonos que la misericordia de Dios es fuente de esperanza para la vida presente y futura”.
Entre los invitados destacan Kimberly Kramar, evangelizadora de tiempo completo; el Padre José de Jesús Aguilar Valdés, reconocido por su labor en redes sociales y medios de comunicación; Miguel Vera Neponuceno, representante juvenil del movimiento de los Focolares; así como una religiosa de la congregación de Santa Faustina, Hna. Teresa de la Fuente ISMM, que compartirá parte de la espiritualidad de esta devoción. Además, se incluirán conferencias sobre la Virgen de Guadalupe y su mensaje de esperanza para México y América Latina.
El programa contempla también la coronilla de la Divina Misericordia, horas santas, espacios de reflexión y la Eucaristía de apertura, presidida por el Obispo Auxiliar de Puebla, Monseñor Francisco Javier Martínez, y la Misa de clausura, encabezada por el Arzobispo Víctor Sánchez Espinosa junto con el Nuncio Apostólico.
Primo Rojas Romero, cofrade, recordó que la misericordia no puede quedarse guardada: “quien experimenta la misericordia de Dio está llamado a ser testigo de esperanza en su familia y en la sociedad. Hoy vivimos en un mundo herido, pero hay algo que nunca cambia: el amor infinito de Dios, que nos abraza tal como somos”.
Aseguró que el Congreso no será un evento más, sino “una oportunidad para que Dios toque corazones, sane heridas y reanime la esperanza de los asistentes”.
Por su parte, Gabriel Merino, subdirector de Pastoral del Centro Internacional de Difusión de la Divina Misericordia (CIDDM), subrayó que este Congreso nació de la iniciativa del entonces Arzobispo Rosendo Huesca Pacheco, y desde entonces ha contado con la participación de evangelizadores de gran reconocimiento.
“El mensaje de la Divina Misericordia es para todos. No es un tesoro que se guarda, sino un llamado a difundirlo en la familia, la escuela y la sociedad”, puntualizó.
Durante la sesión de preguntas, se destacó la importancia de acercar el mensaje a los jóvenes. El padre Paulo Carbajal, director general del CIDDM, respondió que muchos buscan llenar vacíos con experiencias superficiales, pero que “la misericordia de Dios es una respuesta real a sus desafíos”.
Recordó que en la última Jornada Mundial de la Juventud, más de un millón de jóvenes se encontraron con el Papa en torno a este mismo mensaje, “signo de que la espiritualidad sigue viva entre ellos”.
Finalmente, los organizadores coincidieron en que el Congreso no se limita al ámbito de la fe. “La misericordia es comprender y no juzgar, es un mensaje de amor que puede transformar la convivencia social. Si cada persona practica la misericordia, puede convertirse en una verdadera esperanza para todos”, concluyó el padre Paulo Carbajal.
El XXI Congreso Internacional de la Divina Misericordia será, en palabras de sus impulsores, “un espacio para renovar la fe, fortalecer la esperanza y construir una cultura de amor y reconciliación en medio de las dificultades actuales”.
Finalmente, Gabriel Merino informó que los boletos ya se encuentran disponibles en Farmacias Medina, el Templo de la Compañía, Librerías Paulinas y en el Centro Internacional de Difusión de la Divina Misericordia (CIDDM).
Hoy vivimos en un mundo herido, pero hay algo que nunca cambia: el amor infinito de Dios, que nos abraza tal como somos. Para más información, pueden consultar: http://www.congresomisericordia.com