160 estudiantes fueron los acreedores al Premio Académico Cruz Forjada; este galardón los compromete a ser los agentes de cambio que la nación requiere.
Este símbolo recoge toda una tradición y una misión espiritual y cultural de lo que conocemos como un sano entendimiento de lo que es la hispanidad con sus valores más profundos de hermandad, de promoción de la dignidad de la persona y de ponerse el objetivo de construir una civilización fincada en esa apuesta por las mejores aportaciones de la humanidad en pro de lo que hoy conocemos como ese horizonte de bien común, de promoción de las personas, comunidades y familias, aseveró el Dr. Emilio José Baños Ardavin, Rector de la UPAEP al dirigirse a los estudiantes premiados con el Premio Académico Cruz Forjada.
Para la UPAEP este reconocimiento va más allá del logro académico, ya que, implica un mayor compromiso, comentó el Rector.
Ante la presencia de los galardonados, Baños Ardavín reafirmó que el liderazgo transformador que propone la Universidad no busca una lógica de auto referencia al únicamente invitar a los jóvenes a descubrir sus talentos, al contrario, los reta a potencializarlos y ponerlos al servicio de los demás, ya que es en el encuentro con los demás en donde se encuentra la mayor satisfacción.
“Es evidente que en el devenir de la humanidad los cambios, las transformaciones las comienzan un puñado de jóvenes, de hombres y mujeres que identifican una causa, que se ponen de acuerdo y que salen del status quo para construir algo diferente, así nació esta Universidad y esa es la esencia del liderazgo específico que propone la UPAEP”, sentenció.
Además, les dijo a los estudiantes, “ustedes están hechos para responder, para romper los límites, (...) sean los catalizadores de esa transformación, de esa humanización que tanto requerimos”.
El Rector urgió a los jóvenes a impulsar la gestación de una verdadera cultura de paz, de una cultura que le apuesta a la posibilidad de dialogar, a valorar el encuentro, ser valientes en la promoción de valores irrenunciables como la dignidad de la persona, el respeto y sobre todo de la capacidad de construir juntos.
“Creo que hoy tenemos razones fundadas para estar esperanzados, entusiasmados, incluso alegres pese a la adversidad de este panorama que se nos presenta, siempre que abracemos a cabalidad el sentido de esta cruz que para no ir muy lejos, es el símbolo precisamente de aquel que no obstante su altísima dignidad se atrevió a rebajarse como ninguno para entregarse a los demás y para dar muestra de lo que significa verdaderamente amar, darse, entregarse sin miramientos en pos de hacer que surja lo mejor de la humanidad”, expresó.
Por su parte, Melany Claret García Trujillo estudiante de Inteligencia de Negocios sostuvo que por los sueños se suspira y por los sueños se trabaja al hacer referencia a lo que representa el Premio Académico Cruz Forjada.
“Este camino no será sencillo pero es parte de nuestro viaje en pos de cumplir nuestras metas”, comentó.