La agricultura urbana, una opción para mitigar el incremento de los precios de los productos
03/05/2022
Autor: Juan Méndez
Foto: Juan Méndez

Desde el sector productivo en la agricultura, si ya como consumidor final desperdiciamos el 25% de los alimentos; desde que se cosecha y hasta la parte final de la producción de la parcela hasta que llega al consumidor, es decir, todo el periodo de almacenamiento y transporte, se registra una merma del 30% de lo que se produce en el campo y lo que llega al mercado.

El incremento que se está registrando en los precios está directamente relacionado con el aumento en la canasta agropecuaria, en donde los granos subieron de costo de manera significativa, señaló Anselmo Salvador Chávez Capó, catedrático de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la UPAEP.

Indicó que, de acuerdo a información de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), el incremento de los alimentos lleva 11 meses de aumentos consecutivos y en cada uno de ellos, las personas han visto cómo se han dado dichos incrementos de precios.

Advirtió que, el 25% de la comida de las familias en México se desperdicia y es desechada, por lo que invitó a las personas a planificar la cantidad de alimentos y productos que se van a consumir, porque “no se debe consumir arriba de lo que se puede comprar porque se corre el grave riesgo de desperdiciarlo y esto representa también una fuga de dinero”.

Al respecto, Luis Andrés Cabrera, manifestó que desde el sector productivo en la agricultura, si ya como consumidor final desperdiciamos el 25% de los alimentos; desde que se cosecha y hasta la parte final de la producción de la parcela hasta que llega al consumidor, es decir, todo el periodo de almacenamiento y transporte, se registra una merma del 30% de lo que se produce en el campo y lo que llega al mercado.

Apuntó que el mes pasado (abril), los alimentos tuvieron un aumento de precios del 0.96%, pero si se hace el comparativo con el año anterior de acuerdo a los datos de la FAO, y considerando a los productos alimentarios básicos, es decir, de los 95 artículos de la canasta básica, tuvieron un incremento del 15.56% y como se puede ver, dichos aumentos han sido fuertes.

Chávez Capó refirió que, en el caso de los lácteos se dio un incremento mensual de 1.54%; en la carne 1.7%, y en el azúcar si se compara con el costo del inicio del año, el aumento de este producto fue de un 60%, en el caso del trigo, su precio subió en un 22%.

Por su parte, Luis Andrés Cabrera Mauleón, catedrático de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la UPAEP, comentó, que todos los vegetales que se siembran, requieren de tres principales elementos químicos en mayor proporción, nitrógeno, fósforo y potasio.

Agregó que los principales fertilizantes agrícolas fabricados industrialmente contienen estos elementos y dos de ellos, el nitrógeno y el fósforo, están presentes en fórmulas de fertilizantes, y Rusia es uno de los principales proveedores, por el problema bélico, el costo de estos productos se ha incrementado de manera importante. Por ello, los productores mexicanos están ante la disyuntiva de sembrar menos, utilizando menor cantidad de fertilizantes, acción que va a implicar por los meses de noviembre y diciembre, una significativa reducción en los volúmenes de alimentos producidos en el país de alimentos básicos, como son maíz, frijol, cebada para la industria maltera, etc., y si se proyecta esta situación a nivel mundial, el desabasto de granos, se verá a finales del 2022 y principios de 2023.

Asimismo, Luis Andrés Cabrera enfatizó que lamentablemente, las amas de casa son las primeras que están resintiendo el impacto del incremento de los precios de los principales productos de la canasta básica, ya que con la misma cantidad de dinero que utilizan para su gasto, están comprando menos productos.

En ese sentido, Cabrera Mauleón señaló que ante este panorama complicado para la economía de los agricultores mexicanos, el uso de los abonos orgánicos, son otra fuente de fertilizantes que ayudarán a soportar la producción agrícola, ahora que habrá dificultades para obtener fertilizantes químicos provenientes del extranjero.

Subrayó que desde hace años, la UPAEP a través de la Facultad de Ingeniería en Agronomía ha promovido la “agricultura familiar”, incluso hubo un año en que la FAO, lo dedicó a la promoción de la agricultura familiar, es decir, a la producción de alimentos para el abasto de la familia, más allá de lo que pueda implicar la actividad comercial de tener un monocultivo para comercializar y generar ingresos, el tener garantizada la producción de alimentos para la propia familia, que desde luego se ve con mucho mayor posibilidad de llevar a cabo en el medio rural.

Luis Andrés Cabrera, acotó que la agricultura urbana solventa si no en su totalidad, si una parte del abasto de alimentos inocuos, de alimentos sanos y frescos para la familia, que en pequeños espacios puede tener sus cultivos de hortalizas, que le provean en poco tiempo de vitaminas y minerales, como es el caso de las espinacas, lechugas, acelgas, cilantro, apio, que son de muy corto plazo para cosecharse; así como el cultivo de rabanitos, ejotes, entre otros como los jitomates, pepinos, pimientos, calabacitas, que en un lapso de dos a tres meses, se pueda disponer de esos alimentos.

Dijo que la ventaja en la agricultura familiar es que son sistemas intensivos, que no dependen como en la agricultura, de una temporada de siembra y esperar hasta la cosecha, sino de estar permanentemente produciendo las plantas, sembrando semillas para que constantemente se puedan tener hortalizas.

Además, expresó que se puede trabajar de la misma forma en el cultivo de árboles frutales adaptados a macetas, en la conformación de compostas orgánicas producidas en casa, que, además de contribuir al medio ambiente reduciendo los contaminantes, todos los residuos vegetales frescos se pueden convertir en un abono orgánico para los cultivos de la casa.

Por último, la agricultura urbana no sustituye lo que se compra en el mercado, pero sí puede reducir los volúmenes si los precios están elevados y por consiguiente, producir a un bajo costo aquello que se había estado comprando a un alto precio en el mercado, lo cual lleva a una regulación, a una mitigación del incremento de los precios en función o comparado con el ingreso de la familia, reiteró el académico.

De ahí la importancia de abrir y participar en estos talleres que organiza la UPAEP en beneficio de las familias, y sobre todo que en estos momentos de crisis es en donde valoramos la importancia de este tipo de actividades y talleres que en otros momentos han sido una actividad recreativa.

En ese orden de ideas, Chávez Capó recomendó planificar la compra de alimentos que se van a consumir, a fin de evitar que se vayan a la basura por no consumirse o echarse a perder; se deben eficientar las compras de los alimentos; verificar los precios de un lugar con otro para obtener el mejor beneficio.