Gestión financiera hacia la mitigación y adaptación al cambio climático
03/08/2022
Autor: Diego Blanco Valadez

La catástrofe ambiental de la actualidad ha tenido un impacto negativo en las grandes naciones, es por ello que la gestión de recursos destinados a proyectos de sostenibilidad se consolida como un nuevo rubro frente a la economía a nivel global.

El Mtro. William Zuluaga, profesor de la Universidad EAN planteó la realidad sobre la permanencia y crecimiento en los vectores del cambio climático que se observan como una constante incontenible, así como su impacto negativo ante la economía a nivel global. Siendo la emisión de gases de efecto invernadero la raíz de dichos problemas, se han establecido algunas políticas para mitigar el aumento de la temperatura global; no obstante, se trataría solamente de una disminución en el aumento de la temperatura y no de un control total.

En relación a la economía, la catástrofe ambiental que se ha ido alimentando a lo largo de los años realmente ha representado un riesgo para el capital de las grandes naciones. Como consecuencia del aumento en las temperaturas se estima que habrá una importante disminución y alteración en los periodos de precipitaciones, pérdida en la producción de las cosechas, desplazamiento de tierras, inundaciones, desplazamiento de algunas especies tanto marinas como terrestres, etc.

“Debido a esto, la obtención de recursos para la venta de productos se verá totalmente afectada e imposibilitaría un correcto flujo económico. Expertos han diagnosticado un futuro poco prometedor para el Producto Interno Bruto per Cápita, puesto que para una gran cantidad de países desarrollados y subdesarrollados se espera un decremento mayor al 50%; no obstante, en países con bajas temperaturas, tales como Canadá o Rusia, se podría esperar un aumento del 1%”, detalló el especialista.

Actualmente- dijo- se ha planteado la incógnita sobre ¿qué podemos hacer?, y esta se encamina hacia dos lados: mitigación y adaptación.

Explicó que la mitigación propone que se tomen medidas para cortar el problema de raíz, en este caso se trata sobre la emisión de gases de efecto invernadero. Sin embargo, todas las opciones para lograr esto se verían reflejadas a largo plazo.

En términos de adaptación, la idea se basa en considerar que el cambio climático es una realidad y sólo queda hacer lo posible por adaptarnos a la situación. A partir de aquí surgiría una nueva disyuntiva: ¿hacia cual se destinarán los recursos? Lo ideal es encontrar un balance entre ambos aspectos; un ejemplo sería el proyecto de reforestación en donde se estima que para lograr revertir un 60% las consecuencias de los gases de efecto invernadero se necesitaría plantar alrededor de un trillón de árboles.

Agregó que, para poder llevar a cabo dichos proyectos, cada nación cuenta con montos de financiación para proyectos verdes. Poniendo de ejemplo a Estados Unidos, dicho país cuenta con un monto de 93 mil millones de dólares, en donde la mayor parte de este dinero está destinado a proyectos de mitigación del cambio climático.

La situación en Latinoamérica es un poco compleja, ya que, a pesar de contar con una multimillonaria suma de dinero, el problema radica en la aprobación para destinar recursos hacia ciertos proyectos.

“Entonces, es necesario adoptar una disciplina que busque desarrollar la industria financiera en pro de desarrollar productos financieros, como es el otorgar préstamos financieros que únicamente estén destinados a generar un cambio en resiliencia del cambio climático y a su vez generar un seguro que pueda cubrir las necesidades ante alguna consecuencia del cambio climático gestionando riesgos y que permita bajar los costos; y a su vez, al destinar recursos hacia las finanzas verdes el sector económico se verá beneficiado”, sostuvo William Zuluaga.

Así mismo, explicó es importante entender que la sostenibilidad no abarca únicamente lo ambiental, sino también, como se ha mencionado con anterioridad, este abarcará el aspecto económico, social, y gubernamental.