Don Mario hasta el final: “no abandono a UPAEP”
30/05/2024
Autor: Andrés Beltramo Álvarez y Marcela Pérez Morales
Foto: Memoria Histórica UPAEP

UPRESS presenta, en exclusiva, una entrevista póstuma a don Mario Iglesias García Teruel quien falleció en Puebla este 21 de mayo. Los primeros tiempos de la universidad, anécdotas y algunos llamados concretos que dejó el primer Rector de la UPAEP a la comunidad universitaria

Hasta el final, don Mario lo tuvo claro: “Yo no abandono la posibilidad de que la institución me siga dando precisamente eso… valores”. Una confidencia que permanece, hoy, cual epitafio. Sin saberlo, el primer Rector de la UPAEP, dejó así un testamento personal dirigido a toda la comunidad universitaria. Lo hizo en una entrevista póstuma, grabada algunos meses antes de su fallecimiento, el pasado 21 de mayo en Puebla, y que ahora presenta UPRESS en exclusiva.

En casi 20 minutos de grabación, Mario Iglesias García Teruel repasó algunas de sus vivencias, contó anécdotas y dejó peticiones muy concretas. A pesar de haber dejado su rectorado en 1999 aclaró que él nunca abandonó la Universidad, ni sus actividades ni la posibilidad de recibir de ella aspectos positivos. Y no dudó cuando se le cuestionó sobre qué valores destaca más de UPAEP: “la solidaridad y el bien común”.

Conocido por su cercanía con estudiantes y colaboradores, durante la entrevista reveló el motivo por el cuál se le veía tan a menudo por los pasillos de la institución.

“Con varios rectores hemos platicado y con varios coincidimos: nos sentimos solos, llega un momento en que se siente solo el rector. Entonces, ¿qué hacía yo? Salir a platicar con el que me encontrara, y normalmente eran los estudiantes, platicar, discutir y oír las posibilidades y potencialidades que le pueden dar los estudiantes a una institución como es la nuestra”, relató. 

Grabada en el aula magna del Campus Central, con motivo del reciente 50 aniversario de la UPAEP, la entrevista recorrió los primeros años de la Universidad. En ella, don Mario recordó cómo los estudiantes trabajaron para conseguir ladrillos con los cuales elaborar sus propias bancas, los años de fundación en la ex Hacienda de La Noria, la compra del primer edificio ubicado en la calle 9 sur (entre 15 y 17 sur del Barrio de Santiago) y la posterior adquisición del terreno donde actualmente se ubica el Campus Central. 

Muchas cosas le llenaban de orgullo de la UPAEP, entre ellas destacó a los egresados y, sobre todo, a los docentes, quienes iniciaron su trabajo en la universidad donando su tiempo y su trabajo: por eso fueron llamados “maestros solidarios”. “Ellos sí entendieron qué era lo que estaban haciendo, una universidad”, dijo.

Durante su rectorado, que se extendió de 1982 a 1999, don Mario dio un particular impulso a la cultura y a los deportes. Al respecto, explicó que su interés no se debió tanto a la cosecha de campeonatos y medallas, sino a las experiencias que podrían tener los estudiantes al participar en esta clase de actividades.

Entre risas, evocó las famosas novilladas que se organizaban en el antiguo estacionamiento (donde hoy se ubica la fuente del Campus Central), los campeonatos de box y las diversas ediciones del Festival de la Canción UPAEP, que rememoró con gran emoción porque, aseguró, de él salían “verdaderos artistas”. “Hoy, que se la pasan cantando y bailando, ¡hagan esto, por amor de Dios!”, agregó. 

También tuvo unas palabras de ánimo para los estudiantes. Reconoció que hoy los jóvenes tienen muchas más oportunidades que en el pasado: intercambios y tecnología al alcance de su mano; por eso los invitó a aprovechar todo ello para ser mejores.

“Hoy el joven tiene mucha mayor facilidad para desarrollar todas esas cualidades que tiene o debe de tener como persona, y no sólo dejarlas estáticas, sino desarrollarlas. Aprovéchenlo para ayudar a las personas que requieran de esa solidaridad”, añadió.

Pidió también que la UPAEP continúe siendo una institución que se guíe por su Ideario Único, el cual debe ser adecuado a la época actual para que de esa forma, tanto la Universidad como sus estudiantes comprendan el presente que los rodea y vivan en orden.

Don Mario agradeció la oportunidad de seguir participando en la historia de la UPAEP y, con emoción, confesó: “estos 50 años me han servido para tener más en todos los sentidos”.