Paolo Ruffini destaca la misión comunicativa de las universidades católicas durante el VII Encuentro de ODUCAL
En el marco del VII Encuentro de la Red de Comunicación de ODUCAL, Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, compartió un mensaje histórico desde el Vaticano, esta es la primera ocasión en que el máximo responsable de este Dicasterio se dirige directamente a los asistentes.
Ruffini inició su intervención y destacó cómo la Iglesia constituye una auténtica red que precede a la web digital, "una red que libera, une personas y conocimientos en una dimensión universal y trascendente". Desde esta perspectiva, planteó el desafío central que enfrentan las universidades católicas: comunicar su belleza en un mundo "enfermo de falsedad" donde la ignorancia amenaza con convertirse en paradigma.
El prefecto subrayó que no existe un "algoritmo" o "receta" predefinida para esta misión, pero señaló que el camino debe basarse en la humildad y en la construcción de una red que busque la verdadera comunión más allá del marketing. "Vuestra comunicación debe basarse en compartir historias", afirmó, e invitó a integrar a todos los estudiantes, no solo a quienes estudian comunicación, en un sistema comunicativo eclesial.
Ruffini ofreció los medios vaticanos como plataforma para dar voz a las historias universitarias y advirtió sobre el riesgo de contribuir a la "confusión de la moderna torre de Babel" si no se construye una lectura diferente de nuestra época. "Necesitamos un nuevo humanismo en la era digital", expresó con firmeza.
En su mensaje, destacó la responsabilidad de conectar de manera permanente a estudiantes de diferentes países para desarrollar un modelo universitario que comunique "no como un producto, sino como una experiencia" capaz de crear comunidad y generar transformación social. El prefecto definió este reto como ambicioso pero alcanzable gracias a la conexión universal combinada con el arraigo territorial.
Desde la perspectiva, Ruffini explicó que esto implica construir "un sistema relacional capaz de recopilar, organizar, poner en red y compartir investigaciones e historias". Recordó que las universidades católicas deben funcionar como "itinerarios de la mente hacia Dios", para favorecer el diálogo e integrar lo académico con lo espiritual.
Finalmente, subrayó que la educación universitaria debe orientarse a la formación integral de personas capaces de transformar el mundo y combatir la desigualdad, e hizo eco de las palabras del Papa Francisco sobre la importancia de enseñar a "desear, a tener sueños" de justicia para construir "nuevos cielos, una tierra nueva".