Con la presentación del libro Afectividad, Persona y Empatía del Dr. Rubén Sánchez Muñoz y otros textos de investigadores UPAEP, la Institución tuvo presencia en la FilBo.
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, investigadores UPAEP presentaron en formato virtual sus textos impulsados por la Editorial Aula de Humanidades.
El primero de ellos, titulado “Educación, Persona y Empatía: Un enfoque fenomenológico”, del Dr. Rubén Sánchez Muñoz, profesor investigador de la Facultad de Filosofía de la UPAEP, consta de 180 páginas y 6 capítulos busca llevar a la Filosofía al campo de la educación a través del uso de conceptos entendibles.
“Algo que llega a convertir a este libro como único en su clase es la forma en la cual está redactado, con esto se nos refiere a que cada párrafo se va articulando con preguntas sencillas las cuales le dan continuidad al mismo, pero sin perder su base fenomenológica”, expresó el Dr. Maximiliano Prada Dussán de la Universidad Pedagógica Nacional de Madrid al presentar el texto en el marco de la FilBo.
Destacó que el libro está lleno de conceptos básicos de esta rama de estudio por lo que bien podría ser utilizado como libro de texto de Introducción a la Filosofía, pero por la densidad de los términos también pudiera ser utilizado por investigadores y/o estudiantes de maestría y doctorado.
Agregó que el libro parte de unas bases fenomenológicas, tomando ideas de Husserl, mostrando en qué consiste una aproximación fenomenológica que tome en cuenta el personalismo y con una educación de ese enfoque, en este entronque de Fenomenología, dice, retoma un concepto importante: “la empatía reiterada”, la cual marca que uno mismo va formando parte de su identidad narrativa gracias a lo que un tercero nos dice sobre nuestra propia persona.
“La obra nos menciona que uno tanto como docente, como estudiante debe de ‘ponerse’ en los pies del otro y ser precavido con los comentarios que realizamos ya que al emitir un juicio, por ejemplo sobre su persona, este concepto bueno o malo podría volverse parte de su identidad sin que tal vez el individuo lo note”, explicó.
Esto, dijo, nos lleva a otro tema tratado en el mismo libro el cual es, el reconocer qué lugar juega la afectividad dentro de un proceso educacional ya que uno al acudir al colegio no se encuentra en un estado neutro todo el día, sino que de algún modo u otro nuestras emociones siempre estarán influyendo el cómo nos vayamos desarrollando en nuestro día a día dentro del aula.
En este sentido, señaló, se nos presenta a la empatía como el término en sí ya que uno como docente se encuentra en la necesidad de saber cómo y por qué los alumnos se sienten de determinada manera durante el transcurso de su clase ya sea este un sentimiento de felicidad, aburrimiento, tristeza, entre otros.
Otro concepto que aborda el texto, indicó, es la corporalidad, factor muy importante que se nos es mencionado, ya que nuestro propio cuerpo es el lugar central de la educación, es éste al cual le enseñamos cómo realizar actividades básicas que efectuamos todos los días y que nos mantienen al margen.
“Podemos inferir que este escrito está enfocado en ver a la educación como un proyecto individual el cual vas descubriendo poco a poco, pero para que éste se pueda elaborar adecuadamente deberás de haber formado ya hábitos y virtudes con una base antropológica ya que el fin de la educación en sí es hacer a la persona feliz”, observó el investigador madrileño.
Por otro lado, el concepto “vocación, fue expuesto a lo largo de esta presentación ya que va muy ligado a la misma educación por ser la que lleve a revelar al ser más íntimo del humano; es decir, será aquí el punto donde la persona se sentirá realizada.
Por último, mencionó que el texto hace una crítica dirigida hacia la estandarización y a la profesionalización a partir de la forma en la cual se han diseñado los planes de trabajo en diferentes licenciaturas ya que no se puede medir qué tan eficaz es un programa en base al número de egresados que haya.
“El texto tiene tres inspiraciones básicas: Husserl, Edith Stein, y finalmente la articulación de Ortega y Gasset”, acotó el Dr. Maximiliano Prada.