Inicia con éxito el ciclo de conferencias “Utraque Unum”. ¿Forma parte Latinoamérica de la civilización occidental? Fue el primer cuestionamiento que se analizó.
La historia debe ser objetiva, rigurosa y universal, así lo mencionó Emilio Lamo de Espinosa, catedrático emérito de sociología en la Universidad Complutense de Madrid durante el inicio del ciclo de conferencias “Utraque Unum” la cual se dio en torno al evento efectuado por la conmemoración de los 2 siglos de la consumación de la independencia.
“Debería haber una reconciliación de algunos países hispanos con su propia historia, en específico, el caso de España y México, pero quizá esta reconciliación no es del todo necesaria pues nunca se produjo la separación y esta es producto de estrategias políticas cortoplacistas más que de la verdadera memoria colectiva”, explicó el también miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de la Academia Europea de Ciencias y Artes
Lo anterioro invita a la reflexión puesto que es preciso pensar si las sociedades de los españoles y los mexicanos deben reconciliarse, o bien, sólo son los políticos que invitan a la división para luego imponer la particular reconciliación.
Ante la pregunta ¿Es América Latina parte de Occidente? Hizo alusión a que se han formulado tesis al respecto destacando dos visiones importantes, la la visión ilustrada de España como país que no contribuye con Latinoamérica y por otro lado, la visión romántica de España, que en palabras de Hemingway, era mestiza y distinta.
Destacó que los mismos elementos culturales que unificaron a España y Portugal fueron los que más adelante unificaron a América Latina, dos lenguas romances, el castellano y le portugués; una religión romana, el Cristianismo; el derecho romano; la arquitectura mediterránea; y no por casualidad.
“La latinidad se encuentre en el corazón del proyecto imperial y colonizador de la Corona de Castilla; no solo los europeos apelaron a ella, en el s.XVI los nobles indígenas que enviaban cartas al Rey de España para solicitar el reconocimiento de sus privilegios heredados, no usaban la lengua de Castilla, sino en latín. (…) Lo hispano no es sustancialmente distinto a lo latino”, indicó.
Destacó que América Latina no es pues un ejemplo de unidad política o económica, sin embargo si es una gran unidad cultural.
“La frontera actual entre lo hispano y lo anglo no se ha movido hacia el oeste, sino hacia el norte y sur del Río Grande”, indicó
Continuó, “hoy en día podemos decir que Estados Unidos se está latinoamericanizando y que a su vez, América Latina se está norteamericanizando, esto, desde una perspectiva histórica universal que por un inmenso mestizaje, se alcanza a cubrir todo el continente. Con estas 2 ramas ( la hispana y la anglo) de la civilización occidental, cada vez el mundo se parece más a la Europa del siglo XIX, por lo que Latinoamérica debe reclamarse como lo que es, parte de occidente”, comentó Lamo Espinosa.