UPAEP
- La democracia moderna es un tipo de régimen antitiránico, que busca prevenir la concentración de poder en las manos de una facción o de un caudillo a través de un sistema de divisiones, pesos y contrapesos.
- Para ello ha sido fundamental la creación de órganos autónomos constitucionales, entre los cuales el Instituto Nacional Electoral ocupa un lugar preeminente; es una de las instituciones que gozan de mayor confianza entre la población y ha sido siempre un referente de profesionalismo y transparencia a nivel internacional.
- El descrédito que quiere achacarse actualmente al INE no es resultado de errores o supuestos fraudes, sino de una campaña de desprestigio orquestada por un grupo político que, en abierta contradicción, quiere hoy destruir la institución gracias a la cual fue posible la transición a la democracia y, por ende, la llegada de dicho grupo al poder. Lo que Morena quiere es apoderarse del manejo del padrón electoral, con lo cual pasaría a tener en sus manos los procesos electorales y a asegurar, así, su permanencia en el poder.
- El recurso plebiscitario tiene límites claros, tiene un carácter fundacional, constituyente, y por ende no puede ser utilizado para todas y cada una de las decisiones políticas. La idea de abrir el nombramiento de jueces o consejeros a voto directo abre la posibilidad de tener instituciones lideradas por caudillos carismáticos antes que por expertos en la materia. Hay cargos técnicos que no pueden someterse a la votación popular, como los magistrados, los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México, los diplomáticos, los jefes militares, los consejeros electorales, etc.
- La designación de jueces y consejeros no debe ser, por lo tanto, un proceso político-electoral, sino técnico-político.
- La representación por mayoría relativa y la representación proporcional se complementan políticamente; ese es la razón de tener un sistema “segmentado”, como el actual, que ha demostrado funcionar bien. Si nos quejamos de la democracia interna de los partidos, se trata de un asunto que no tiene que ver directamente con el sistema de representación, por lo que estamos a favor de conservar el sistema segmentado.
- Si se busca que desde la Ciudad de México se realicen todos los procesos electorales del país, pronto podría haber una propuesta de reforma para que desaparezcan los gobiernos estatales y los congresos locales con el pretexto de tener menos burocracia. Estaríamos a un paso de la proclamación de la República Central.
- Eliminar o transformar todas las autoridades electorales a menos de un año de empezar el proceso electoral federal es desventurado y pone en riesgo la estabilidad, viabilidad y credibilidad de los comicios.
- La reforma propuesta por Morena busca fortalecer e incrementar la centralidad y hegemonía del Poder Ejecutivo, en la persona del Presidente, frente al resto del entramado institucional de nuestro país.
- Si la iniciativa de reforma es aprobada en sus puntos más importantes, estará en franco peligro nuestra democracia y nuestro sistema de libertades. Recordemos que se requiere de mucho trabajo y tiempo para fundar y consolidar la democracia y el conjunto de instituciones que la acompañan en un Estado de Derecho. Por el contrario, eliminarla puede resultar muy fácil si los ciudadanos no lo impedimos; de ello nos lamentaremos largo tiempo.
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