El Mtro. Juan Esteban nos visita desde Colombia como parte del programa Global Summer para compartir con estudiantes de Diseño temas como Conceptualización de Ideas, Diseño de interfaz y Arte e Inteligencia Artificial.
"¿Quiénes dominan ambas manos al escribir o dibujar?", fue la pregunta que el Mtro. Juan Esteban Ocampo Rendón, de la Universidad Luis Amigó de Colombia, hizo a estudiantes de la Facultad de Diseño UPAEP para dar inicio al taller “Conceptualización para el Diseño”, y entonces proceder a explicar la forma en que trabaja el cerebro.
Refirió que, el cerebro busca siempre una estabilidad, es decir, reconocer cómo funciona su entorno, lo que le rodea, la manera en cómo entendemos el mundo y actúar en consecuencia, pero si se le reta a realizar una actividad para la cual no está condicionado, éste entra en conflicto.
En este punto, explicó, el cerebro inicia un proceso que no es comprensible para él y le obliga salir de su zona de confort.
“Los resultados son evidentes: trazos temblorosos, torpes. Sin embargo, si se realiza esta actividad de manera constante, si escribimos con la mano no dominante, dibujamos, comemos o nos cepillamos, el cerebro va a replantear la forma en cómo genera los procesos. A esto se le conoce como Plasticidad cerebral, que no es otra cosa que la capacidad de adaptarse a diferentes circunstancias. Todo el tiempo el cerebro es capaz de reaprender”, compartió.
Agregó que el hecho de escribir o dibujar, implica un ejercicio de memoria, es decir, dibujamos un cuadrado o un círculo -por ejemplo- porque lo tenemos en la memoria; lo aprendimos y por ello somos capaces de hacerlo.
En este sentido, recordó, el cerebro busca comprender patrones y asociar: “Si comprendo, asocio. Por ello al cerebro se le facilita genera la imagen o replicarla. El cerebro funciona todo el tiempo bajo dos lógicas: la del diálogo o el discurso. Este discurso se traduce en imágenes, hay una traducción asociada de comprensión del mundo a través de la lógica del diálogo y de las imágenes”, expresó.
Otro de los ejercicios que realizaron los estudiantes como parte de este taller, fue tratar de explicar a una persona ciega de nacimiento el color rojo, o cómo representar gráficamente la palabra “serendipia”, a fin de pasar del concepto a la forma.
“Convertir un término o una palabra a una grafía, es lo que de alguna manera hacemos los diseñadores. Traducimos el lenguaje cotidiano, las palabras, los términos, los conceptos a grafías con un potencial comunicativo que finalmente se trabajan desde la experiencia individual y la colectiva”, destacó.
Durante el taller, los estudiantes participaron en diversas actividades prácticas que les permitieron experimentar la plasticidad cerebral de primera mano. Además de escribir y dibujar con la mano no dominante conceptos como euforia, tiempo, equilibrio, caos, asimetría; crearon narrativas con estas mismas palabras e imágenes.
“Lo que quería mostrarles, es que a partir del descolocar el cerebro y ponerlo a funcionar bajo otros órdenes, se nos abren posiblemente otras ventanas que nos permiten comprender otras lógicas. Los invito a que empiecen a cuestionar todo eso que entienden, a hacer ejercicios que desacomoden su cerebro. Eso nos va a ayudar a desarrollar mejor nuestras propuestas, lean mucho, consuman cine, vean fotografías, pero siempre desde una perspectiva crítica. Traten de llevarlo al ejercicio de preguntarse "esto por qué está hecho de esta manera, por qué comunica, cómo comunica", y eso les ayudará a ustedes también a contemplar otras lógicas de cómo producir cuando tengan que generar ideas”, finalizó.