UPAEP dio la bienvenida a sus nuevos colaboradores a través de su tradicional curso de inducción que resaltó la rica tradición y los desafíos que definen a la institución.
En su discurso de bienvenida, la Dra. Cortiglia Bosch destacó la esencia y la responsabilidad que implica formar parte de la comunidad UPAEP. Hizo hincapié en la importancia de abordar cada tarea con cariño, responsabilidad y pasión, y animó a los nuevos colaboradores a disfrutar de su labor y a sentirse cómodos en su rol. Además, resaltó el apoyo y acompañamiento constante que la universidad brinda a su personal, desde el momento de su ingreso hasta el final de su trayectoria en la institución.
Por su parte, a través de un video, el Dr. Emilio José Baños Ardavín, Rector de la UPAEP, recordó con nostalgia y gratitud los 50 años de historia de la universidad. Subrayó los logros significativos alcanzados a lo largo de estos años, como el lanzamiento del primer nanosatélite mexicano y la presencia en rankings internacionales de educación superior. Sin embargo, enfatizó que la verdadera esencia de la UPAEP reside en su compromiso con la transformación social, basado en una educación arraigada en valores humanistas cristianos.
Por su parte, el Mtro. José Antonio Llergo Victoria, Secretario General, destacó cómo a lo largo de los años, la Universidad ha ido creciendo y fortaleciéndose en diferentes áreas, llegando a ser la universidad privada más grande del sur sureste de México. Resaltó la importancia de la formación integral de los estudiantes, no solo en términos profesionales, sino también en su compromiso social y ético. Mencionó la necesidad de formar líderes que puedan impactar positivamente en la sociedad, aportando soluciones a los desafíos presentes y futuros.
El Mtro. Llergo Victoria también destacó el espíritu de crecimiento y adaptación de la UPAEP ante los desafíos cambiantes de la sociedad. En ese sentido, anunció una visión futura y la apuesta por una evolución constante del modelo educativo y la infraestructura, para seguir formando líderes capaces de impactar positivamente en su entorno.
Durante su intervención el Dr. Mariano Sánchez Cuevas, Vicerrector Académico, profundizó en el Modelo Educativo U50, una propuesta que encapsula la identidad y valores fundamentales de la universidad. Explicó que este modelo se compone de tres dimensiones: identitaria, pedagógica y formativa. En la dimensión identitaria, se destacan los valores de verdad, dignidad y responsabilidad. La dimensión pedagógica promueve la "Pedagogía del Bien Común", enfocada en formar individuos integrales con valores sólidos. Y finalmente, la dimensión formativa resalta el papel de los colaboradores en la formación de estudiantes y en la creación de bienes para la sociedad.
El Dr. Sánchez Cuevas invitó a los nuevos colaboradores a entender su papel como formadores y a contribuir al cumplimiento de la misión institucional. Resaltó que la UPAEP se distingue por su enfoque transformador, forjando líderes capaces de enfrentar los desafíos presentes.
La Dra. Dolores Dib, Alumna Fundadora de Arquitectita, y el Lic. Francisco Emmelhainz, Alumno Fundador de Administración y miembro de la Junta de Gobierno, brindaron a los asistentes una visión profunda de la experiencia que fue formar los cimientos de esta institución. En su relato, compartieron los desafíos y triunfos que marcaron el proceso de fundación, proporcionando una perspectiva única sobre los pasos iniciales que dieron vida a la universidad.
A través de varias anécdotas pudieron retratar el contexto social y las circunstancias de la época en la que la Universidad comenzó su andadura. Estas historias pintaron un retrato colorido de los desafíos económicos, políticos y culturales que influenciaron la gestación de la institución. Desde las tensiones sociopolíticas hasta las aspiraciones educativas de la comunidad, los relatos ofrecieron una mirada íntima a la trama más amplia en la que la universidad nació.
El relato de la Dra. Dolores Dib y el Lic. Francisco Emmelhainz no se limitó a la mera remembranza de momentos pasados. También destacaron la evolución fascinante que la universidad ha experimentado desde sus humildes comienzos. La visión original que impulsó la fundación se ha moldeado a lo largo de los años, adaptándose a las necesidades cambiantes de la sociedad y a las demandas de una educación superior dinámica y relevante.