Las empresas que operan con un propósito claro tienen la capacidad de atraer y retener a los mejores talentos, aumentar la productividad y contar con colaboradores más comprometidos.
"Si tienes claro a dónde vas, te irá muy bien", con estas palabras, el empresario Oscar Ibarra, quien fungió como ponente en Adventure Space, compartió sus ideas con los estudiantes de la Facultad de Publicidad de la UPAEP sobre la nueva ventaja competitiva que las empresas pueden obtener al "emprender con propósito". Ibarra enfatizó que los dos días más significativos en la vida de una persona son "el día en que naces y el día en que descubres para qué naces". De ahí la importancia de que las empresas definan su propósito de manera clara.
El propósito es la razón de ser de una empresa. Las metas y objetivos pueden alcanzarse, pero el propósito perdura a lo largo del tiempo. Cuando una empresa encuentra su razón de ser, ayuda a sus integrantes a no perder el rumbo, ya que está arraigado en la pasión. Esta pasión se fundamenta en responder a preguntas esenciales como el "¿qué?", el "¿cómo?" y el "¿para qué?" de la empresa, creando así un legado.
Las empresas impulsadas por un propósito no solo atraen y retienen a los mejores talentos, sino que también aumentan la productividad y cuentan con colaboradores más comprometidos. Asimismo, establecen relaciones más sólidas con sus clientes, lo que a largo plazo se traduce en un éxito evidente y duradero.
El poder del propósito va más allá de la búsqueda de utilidades. Contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas y sus comunidades, fortalece la sociedad y fomenta la creación de un mundo mejor.
Cuando las empresas cuentan con empleados inspirados que tienen un propósito claro, tienen el potencial de cambiar el mundo. Estas empresas generan empleo, satisfacen necesidades, motivan e inspiran, y contribuyen al enriquecimiento de la sociedad. Por ello, es fundamental tener en cuenta el propósito en la vida, ya que muchos pasan por ella sin descubrir para qué han vivido.