En el año 1469 los mexicas tallaron un bloque circular de andesita que mostraba a la diosa Coyolxauhqui  y no sería hasta el 21 de febrero de 1978 que un trabajador encontraría un objeto inusualmente sólido en el centro histórico de la ciudad de México.

“La que se ornamenta las mejillas con cascabeles” es el significado del nombre de la diosa Coyolxauhqui. El bloque de andesita de 8 toneladas y 3.25 metros de diámetro muestra a una mujer cuyo cuerpo se encuentra dividido en diferentes partes, pero además de representar la luna y la fertilidad también encubre un mito mexica.

Se dice que la madre de Coyolxauhqui es Coatlicue, quien cierto día barriendo en una pequeña choza en la cima del Cerro de la serpiente “el Coatepec” encontró una pluma que guardó y después al querer observarla queda embarazada, cuando Coyolxauqui se entera se enoja con ella y les cuenta a sus 400 hermanos, por lo que, como resultado del enfado, todos los hijos empiezan a perseguir a su mamá. Coatlicue huyendo, se resguarda y exhausta escucha una voz, que pronto se da cuenta proviene de su vientre, su hijo le asegura que no debe temer, ya que, él la protegerá. Momentos después sus hijos enfadados la encuentran, en ese instante el descendiente que cargaba en su vientre nace, Huitzilopochtli dios de la guerra, representando al sol y armado defiende a su madre, en el enfrentamiento Coyolxauhqui cae desde lo alto de la montaña, quedando en la falda de la misma dividida en diferentes partes y representando a la luna, los 400 hermanos huyen volviéndose las estrellas. 

La obra destaca porque entre las creaciones mexicas son pocas las figuras de altos volúmenes que reproduzcan a mujeres con cuerpos semidesnudos, su tocado también es objeto de observación cercana, se divide en dos partes: la primera en forma de aureola que es conformada por las plumas del ala del águila real, la segunda parte está posicionada de forma vertical y se inspira en las plumas de su cola.

La figura de Coyolxauhqui capta la esencia sobre cómo los mexicas entendían la creación del cosmos, considero de peculiar importancia el análisis de estas piezas porque como sabemos las raíces de México se encuentran en una incorporación de diversas culturas, nos permite acercarnos más al entendimiento de aquellos individuos que constituyeron la fundación del país que conocemos ahora, así como divagar en las diferentes teorías de nuestro lugar en el mundo de una forma que nos sacude de lo conocido.

Referencias.

Cué, L. (s.f.)., “El monolito de Coyolxauhqui. Investigaciones recientes”, Arqueología Mexicana, núm. 102, pp. 42-47. Recuperado de

https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/coyolxauhqui-una-diosa-guerrera-sacrificada

INAH. (2015). Se cumplen 37 años del hallazgo de la Coyolxauhqui. INAH. Recuperado de

https://www.inah.gob.mx/boletines/366-se-cumplen-37-anos-del-hallazgo-de-la-coyolxauhqui

Masse, F. (2017). Un día como hoy fue descubierta la Coyolxauhqui. Milenio. Recuperado de

https://www.milenio.com/cultura/un-dia-como-hoy-fue-descubierta-la-coyolxauhqui