El valor de las cosas
26/10/2021
Autor: Sharon Guzmán Marín

Vivimos en una sociedad construida por nosotros mismos en todos los aspectos de los que podamos hablar. En este caso, la intersubjetividad es una condición humana esencial característica de nuestra especie. Al nacer, estamos en un mundo en el que previamente estuvo poblado y construido por otros seres humanos y sus acciones, y que antes de poder constituirnos como personas, o incluso poder empezar el viaje para llegar a serlo, y poder ser, estar y actuar en el mundo actual, nuestras capacidades ya fueron moldeadas por otros seres humanos que nos antecedieron.

Específicamente, cuando de dinero o cosas preciosas e invaluables se trata, el ser humano tiende a darle un falso valor intrínseco a las cosas bajo la intersubjetividad en la que se encuentra, pues es importante entender, que, si lo vemos de la manera más pura y objetiva, tal valor intrínseco no existe, pues es más una fantasía creada por nosotros mismos en la que todos nos pusimos de acuerdo para decir, que los billetes, los diamantes o el Gran Cañón, tienen alto valor, por decir un ejemplo.

Y sin embargo, es tal el poder de esta intersubjetividad, que un simple papel, una distribución específica de los átomos de un elemento o un fenómeno geológico, puede condicionar nuestras vidas, haciéndonos más o menos felices y también deslumbrarnos.