El 5 de febrero y La Higuera de San Felipe de Jesús en la UPAEP
04/02/2022
Autor: Gerardo Valle Flores
Foto: Centro de Estudios Guadalupanos UPAEP

En este 2022, el 5 de febrero se cumplen 425 años del martirio de San Felipe de Jesús, el primer santo mexicano y por mucho tiempo el único.

El 5 de febrero del año de 1597, moría Felipe de Jesús, crucificado y atravesado por dos lanzas en la ciudad de Nagazaki junto con 25 compañeros mártires, en donde además, había niños, jóvenes y personas maduras; japoneses, europeos y americanos; franciscanos, jesuitas y laicos.

Su nombre original era Felipe de las Casas, y había nacido en la ciudad de México en el seno de una familia de migrantes españoles que llegaron a América a construirse un futuro. El padre de Felipe fue Alonso de las Casas, quien fue comerciante y se estableció en la Ciudad de México, que en ese tiempo tenía poco más de 50 años de haber sido fundada y era muy pequeña.

Felipe, fue un chico inquieto y travieso rayando en lo malicioso, de tal manera que su nana al ver una higuera que tenía años de estar seca, decía que Felipe sería santo cuando a esa higuera le brotaran retoños o reverdeciera.

Se dice que la primera vez que Felipe entró al convento con los hermanos franciscanos fue obligado por su padre quien, de esta manera quería corregir a su hijo para hacer de él un buen hombre, sin embargo, Felipe escapó del convento de San Antonio en la Ciudad de Puebla y regresó a la ciudad de México. Posteriormente, viajó a Filipinas, un país del sur de Asia en el Pacífico Occidental, para dedicarse al comercio y estando ahí entra por segunda vez al convento como franciscano, pero en esta ocasión por su voluntad, adoptando el nombre de “Felipe de Jesús”.

En 1526, y después de una larga preparación, Felipe está listo para ser ordenado sacerdote, pero, como en Filipinas no hay obispo, que es quien puede ordenar a los nuevos sacerdotes, Felipe viaja rumbo a la ciudad de México en la galera –un tipo de barco con velas y remos-, llamada casualmente, San Felipe. En el inicio del trayecto sorprende a los navegantes una tormenta que hace que la galera se averíe y quede a la deriva llegando así a las costas de Japón, donde en medio de un proceso de evangelización se ha desatado la persecución de los cristianos por parte del emperador Taikosama.

Felipe es capturado por los japoneses por ser religioso franciscano, y pudo haberse salvado porque estaba ahí como náufrago y no como misionero, sin embargo, quiso unirse a los otros religiosos en el camino al martirio. Los 26 cristianos capturados fueron torturados cortándoles la mitad de la oreja izquierda, fueron llevados, durante el invierno de 1596-1597, por varias ciudades de Japón para escarmiento de la población simpatizante con el cristianismo.

El 4 de febrero de 1597, en espera de su ejecución, Felipe escribió la siguiente carta:

 

Nagasaki, Japón, 4 de febrero de 1597

Queridos padres y amigos:

La noche pasa rápida. Mañana moriré ejecutado en la cruz, pero no tengo miedo.

Mi pensamiento vuela hacia ustedes y a mi Patria querida.

Ahora que estoy para recibir el bautismo de sangre, recuerdo que fui bautizado en la Catedral de México, y las veces que asistí a misa en San Francisco de Plateros.

Lamento los años que perdí buscando mis apetitos, egoísta y disipado. Bendito sea Dios que vino en mi ayuda y comprendí que no valía la pena vivir para eso. Quise ser misionero, pero ahora Dios me premia antes del trabajo, concediéndome dar mi vida para probar mi amor.

Lamento no haber vuelto a México, aun cuando apenas fuese un día; pero volveré. Estoy cierto de que volveré para decirles a todos, que la verdadera vida por la que vale la pena vivir, es la vida eterna.

Paz y Bien.

Fray Felipe de Jesús

 

Con la carta anterior, Fray Felipe de Jesús, OFM, se despedía de sus padres y amigos, y al otro día moría crucificado, al mismo tiempo que en la ciudad de México la higuera de la casa de sus padres reverdecía mostrando que Felipe era santo. Se dice que la nana salió al patio, se dio cuenta que tenía nuevos brotes y al instante exclamó: “¡Felipillo es santo, Felipillo es santo!”.

Felipe fue beatificado en 1627 y canonizado en 1862, siendo nombrado patrono de la Ciudad de México.

En la segunda mitad del siglo XX, el P. Xavier Escalada, S.J., originario de España y gran admirador de México y su historia encuentra que la casa de la familia de Felipe de Jesús había sido destruida al construir vialidades en ese sitio y la higuera había sido trasplantada y propagada en varios lugares.

La higuera, es una especie fácil de propagar de manera vegetativa, esto es que se pueden cortar ramitas que al plantarse dan origen a nuevos arbolitos de las mismas características que el original. De esta manera se han distribuido muchos “hijos” de aquella higuera uno de los cuales, por ejemplo, está en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional y otro más se encuentra en uno de los jardines centrales de nuestra universidad.

El pie o hijo de la higuera de San Felipe de Jesús de la UPAEP, fue plantado el 5 de febrero de 1997 al cumplirse los 400 años de su muerte.

Felipe de Jesús, muere a los 25 años siendo un ejemplo del joven inquieto que busca y encuentra el sentido de la vida entregándose a Dios.