^{Los padres tienen una gran responsabilidad en la socialización de sus hijos, pues son ellos quienes otorgan un sentido de relación entre los hermanos, imparten valores y regulación afectiva, es a través de ellos que los hijos logran experimentar el amor o la falta del mismo, por lo que los hermanos siempre serán los encargados de amortiguar cualquier carencia que exista en estas experiencias, generando consuelo y sensación de seguridad: Dra. María Helena Anaya Hamue.}

En el marco del 17° Encuentro de Centros de Cultura y X Jornadas de la Familia, la Dra. María Helena Anaya Hamue, directora de Marca Familia, dirigió a los presentes un taller  titulado Construcción en relaciones fraternales, con el objetivo de explicar la importancia que genera el hecho de desarrollar virtudes entre hermanos con el resto de nuestro entorno.

Para comenzar a desarrollar su tema, la Dra. argumentó que entre mayor sea la relación fraterna, mejores serán sus relaciones con el resto de la sociedad. Asimismo, apuntó que muchas veces nos referimos a nuestros amigos como hermanos, pues los vemos con un amor fraternal que es pensado como sinónimo de camaradería y solidaridad.

Sin embargo, dijo María Helena, en varios casos ocurre que con los hermanos propios es difícil vivir bajo un término de amistad, respeto y solidaridad, por lo que es de suma importancia aprender a construir esta fraternidad entre hermanos de sangre.

Por otro lado, mencionó que el objetivo principal de las charlas que se han estado impartiendo como parte del 17° Encuentro de Centros de Cultura y X Jornadas de la Familia, es generar un espacio en el que sea posible aprender a socializar, generar vínculos y reflexionar sobre los distintos tipos de relación, ya que el hombre es un ser naturalmente sociable.

De la misma manera, indicó que los padres tienen una gran responsabilidad en la socialización de sus hijos, pues son ellos quienes otorgan un sentido de relación entre los hermanos, imparten valores y regulación afectiva, es a través de ellos que los hijos logran experimentar el amor o la falta del mismo, por lo que los hermanos siempre serán los encargados de amortiguar cualquier carencia que exista en estas experiencias, generando consuelo y sensación de seguridad.

En relación con lo anterior, la Dra. María Helena explicó que en los casos en los que los hijos asumen el papel de un papá, se suele dañar la confianza del mismo hijo y  se genera cansancio al tener tareas que no le pertenecen, por lo que no es bueno tratar de sustituir el amor que aportan los padres en la relación familiar.

De igual manera, mencionó que es a través de una relación entre hermanos que desarrollamos un sentido de pertenencia, pues es con quienes se generan experiencias significativas como el compartir momentos, travesuras, competencias sanas, situaciones emocionales y las experiencias humanas más completas.

Asimismo, de manera general se suele poner estereotipos y responsabilidades en los hijos que muchas veces rompen una relación familiar y por ende, esto afecta otras relaciones. Un ejemplo de esto, explicó María Helena, es el papel de prototipo familiar que se le da al hijo mayor, quien debe seguir instrucciones y tener las mejores virtudes que se proyecten sobre la familia; el hijo del medio generalmente busca desarrollar sus rasgos de identidad fuera del núcleo familiar; mientras que, el hijo menor usualmente tiene más margen de equivocaciones, se le permite más cosas como tomar riesgos y romper reglas.

Para dar fin a su participación, la Dra. María Helena compartió que lo que aporta más a una relación fraternal es la convivencia, pues de esta manera se generan emociones más intensas y se obtienen diferentes puntos de vista e intereses que nutren a cada hermano. Mientras que el número de hermanos, las diferentes experiencias, diferencia de edad, sexo, gustos, etc. es lo que genera mayor rivalidad entre ellos. Los papás no siempre pueden generar un ambiente de amistad entre hermanos, apuntó María, pero pueden fomentar un ambiente de fraternidad, camaradería y respeto.