^{La importancia de tener una fe viva y fuerte en momentos de crisis, es el motivo por el que UPAEP se une en oración con el Papa Francisco en la Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María.}

Con la celebración de la Santa Misa, en la Capilla Universitaria UPAEP, dieron inicio este día los eventos rumbo a la Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, convocado por el Papa Francisco, quien en reiterados momentos ha manifestado su dolor por el inicio de la guerra entre ambos países.

La celebración eucarística dio inicio a las 8:00 h, con la presencia del Dr. Emilio José Baños Ardavín, Rector UPAEP, algunas autoridades y por supuesto de la comunidad universitaria; durante la homilía el P. José Gabriel Meneses Arce, C.C.R., Capellán de la institución, se refirió en primer lugar al tema de la maternidad y la paternidad, mencionando que en esta época se ha dejado ver cada vez más la falta de compromiso entre los matrimonios, lo cual propicia la pérdida de los valores en nuestra sociedad y puede llevar a generar incluso odio, lo que provoca los conflictos, por ello, invitó a la comunidad universitaria a unirse al acto de “Consagración al Corazón Inmaculado de María de Rusia y Ucrania”.

Mencionó que vivimos un momento en el que cada uno de nosotros asume su compromiso como católico, unido en la oración en un tema que nos afecta a todos. La historia del ser humano ha estado en muchos momentos unida a conflictos en los que busca no sólo el poder aunado a la riqueza, a imponer una cultura, es momento de buscar otras formas para lograr la paz y evitar los conflictos.

En punto de las 9:00 h dio inicio el rezo del Santo Rosario. El día de hoy viernes, se meditaron los Misterios Dolorosos guiados por Akanne Ramírez Gaspariano, ofreciéndolos por la comunidad universitaria, colaboradores, alumnos y familias, por la paz en el mundo y en los corazones de todas las personas.

Cada misterio tuvo un ofrecimiento especial: El primer misterio, “la oración de Jesús en el Huerto de los Olivos”, se ofreció por las víctimas de la guerra; el segundo misterio, “la flagelación de Jesús”, por la conversión de los atacantes; el tercer misterio, “la coronación de espinas”, estuvo dedicado a la colaboración internacional; el cuarto misterio, “Jesús con la cruz a cuestas camino al Calvario”, por la Iglesia en Ucrania y por el personal de salud; y, finalmente, el quinto misterio, la “Crucifixión y muerte de Jesús”, se dedicó al cese del conflicto bélico.

Con la asistencia de la comunidad universitaria, entre ellos algunos miembros de la Junta de Gobierno, al filo de las 11:00 h dio inicio la transmisión de la Celebración Penitencial y Acto de consagración al Inmaculado Corazón de María, desde Roma. El Santo Padre en su homilía hizo un llamado a cada uno de nosotros, diciendo, “hermana, hermano, si tus pecados te asustan, si tu pasado te inquieta, si tus heridas no cicatrizan, si tus continuas caídas te desmoralizan y parece que has perdido la esperanza, no temas. Dios conoce tus debilidades y es más grande que tus errores. Te pide una sola cosa: que tus fragilidades, tus miserias, no las guardes dentro de ti; sino que las lleves a Él, las coloques ante Él, y de motivos de desolación se convertirán en oportunidades de resurrección. ¡No temas!”.

Más adelante, el Papa Francisco se unió a Obispos, Cardenales y a todos los creyentes reunidos en la Basílica de San Pedro y en el mundo, con la oración de Consagración, tomando en cuenta las palabras que la misma Virgen María, en diversas advocaciones, ha dejado, “…por eso recurrimos a ti, llamamos a la puerta de tu Corazón, nosotros, tus hijos queridos que no te cansas jamás de visitar e invitar a la conversión. En esta hora oscura, ven a socorrernos y consolarnos. Repite a cada uno de nosotros: “¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”. Tú sabes cómo desatar los enredos de nuestro corazón y los nudos de nuestro tiempo. Ponemos nuestra confianza en ti. Estamos seguros de que tú, sobre todo en estos momentos de prueba, no desprecias nuestras súplicas y acudes en nuestro auxilio”.

El Santo Padre enfatizó la gran cantidad de noticias que entran a los hogares con imágenes de muerte, desolación y miedo, de familias que han tenido que separarse, algunas incluso han perdido sus bienes o incluso la vida; indicó que el sentimiento de impotencia e incapacidad es latente en nosotros y llamó a hacer viva la presencia de Dios, y del perdón divino si nos acercamos al sacramento de la reconciliación, que es el único que eliminará el mal, es el único que “…desarma el rencor y devuelve la paz al corazón. Volvamos a Dios, a su perdón”.

La UPAEP en su Ideario afirma que “asume las valiosas aportaciones de la cultura occidental católica y el compromiso de la investigación, rescate, difusión y aportación de los ricos valores de la cultura mexicana, cimiento de nuestra nacionalidad, gestada desde el Acontecimiento Guadalupano […] Atenta a la reflexión, comprensión y discernimiento de la cultura contemporánea, se compromete a la aportación cultural, con visión prospectiva, en beneficio de la persona humana y de la sociedad”, motivo por el cual, se atiende al llamado de la Iglesia y difunde entre la comunidad universitaria y la sociedad, los valores que distinguen a la institución desde su fundación. La Pastoral de la Cultura UPAEP, agradeció la participación e invitó a consultar los eventos que organiza, a través de las redes sociales.