Maximiliano Vega Prado, Coordinador Interno de Seguridad de la UPAEP, fue nominado por entrega y congruencia con los valores universitarios tanto dentro como fuera de la Institución. ¡Conoce su historia!
La llegada de Max a Puebla fue circunstancial. Llegó unas vacaciones para cuidar a su papá que se encontraba hospitalizado, sin imaginar que el destino le tenía preparada toda una vida en la ciudad y un trabajo donde suma ya 26 años como colaborador en la empresa donde su padre trabajó durante 18 años: la UPAEP.
“Soy de Guerrero, y por allá no había muchas oportunidades laborales en empresas a excepción de las turísticas y de servicios, así que de joven me afilié a las fuerzas armadas –con la Marina– donde trabajé en el área de Comunicación Telegráfica por 8 años”, relató.
No obstante, a raíz de la hospitalización de su padre renunció a su trabajo, se enamoró de Puebla y comenzó a tocar puertas, una de ellas, la de UPAEP, lugar que conocía por su padre quien le decía que era una Institución con gran sentido humano.
Así, inició como guardia de seguridad medio turno, y en el área de limpieza en el CETEC, el resto de su jornada laboral.
“Me gustó el ambiente de trabajo, los ambientes de confianza, el respeto, los valores de la Universidad; es lo que más me ha gustado y me ha mantenido aquí”, confesó Maximiliano Vega al relatar sobre su permanencia en UPAEP durante tantos años.
Y es que dijo, algo que le gusta de su trabajo es el conocer personas, desde estudiantes, colaboradores, investigadores, personalidades importantes de todos los ámbitos, etcétera, así como contribuir en la realización de eventos para que éstos estén lo más apegados posible a los protocolos de seguridad.
“Aprendo mucho de los demás y trato de aprovechar todo tipo de situaciones, desde la organización de los eventos como mis propios compañeros con su disciplina; a ser puntual, amable, aprender a escuchar”, destacó.
Agregó que la nominación a ReconoSer le tomó por sorpresa, sin embargo, se dijo sentir satisfecho de que las personas valoren su trabajo y lo tomen en cuenta, lo que le compromete a seguir trabajando, preparándose y conducirse siempre con respeto y empatía, apegado a los valores y principios que promueve la UPAEP.
“Siempre nos ponemos en el lugar de los otros, hay que tratar a las personas como queremos que nos traten a nosotros mismos. Es importante practicar estos valores para vivir en armonía para que la sociedad sea pacífica y no como en la actualidad, en medio de actos de violencia y deshumanidad”, observó.
Además de ello, Maximiliano Vega, compartió que trata de contagiar la práctica de estos valores no solo con sus compañeros de trabajo o con su familia, sino también con sus vecinos, conocidos o con quienes se encuentren en dificultades, ya que, para él, ser UPAEP es modo de vida que no se limita a los metros cuadrados del Campus, sino que trasciende a todos los ámbitos de su vida.
“Ser UPAEP nos marca y tenemos el sello distintivo, la mayoría lo hace. Lo que recomendaría es recordar los valores y ponerlos en práctica donde quiera que nos paremos. Ser UPAEP transforma nuestras vidas, no solo en el ámbito profesional, sino también en el espiritual y personal”, acotó.