Reconciliación, la herramienta para construir paz
08/08/2022
Autor: Fernanda Bretón
Foto: Misraim Álvarez Bolaños

El detonar procesos de paz, es también responsabilidad de los ciudadanos ya que a través de distintas acciones se pueden recuperar los espacios públicos.

Una vertiente sumamente interesante para combatir la inseguridad es la reconciliación, así lo señaló el Dr. Emilio José Baños Ardavín durante su intervención en la semana de rectores dentro del espacio informativo de Fernando Canales.

Durante su mensaje, expresó que el Dr. Ignacio Arbesú Verduzco, profesor investigador de la UPAEP, se encuentra próximo a publicar un libro titulado “Política y reconciliación”, en donde aborda esta problemática y se pregunta si es posible considerar la reconciliación como un instrumento de política pública en determinados momentos de la vida de las naciones.

“Cuando se dan estos procesos de reconciliación es como cuando nos rompemos un hueso, dónde nos rompemos el hueso y sana, difícilmente te vuelves a romper por ahí la herida. Los efectos que se dan socialmente son interesantes y el Dr. Arbesú lo analiza en su libro”, indicó.

Si este proceso de reconciliación es bien llevado, será la autoridad civil la que más salga fortalecida; esto abona a la gobernanza y a los esquemas de gobernabilidad, de ahí que la confianza en la autoridad sea primordial para que esta se convierta en el garante del proceso.

Aseguró que para ganarse la confianza y garantizar los espacios de reconciliación, la autoridad debe basarse en realidades y en un análisis de ciertos fenómenos que se están dando en el país y referentes históricos reales que han llevado a estadios diferentes de paz y no estar generando estos procesos por emociones, impresiones o ideologizaciones.

“Con lo que actualmente sucede en nuestro país, necesitamos pensar en algo distinto, pero esto no quiere decir que dejemos de exigir a nuestras autoridades, pero también como sociedad debemos ir madurando estos procesos e ir encausando microprocesos de paz, porque esto se aprende y se vive en primer lugar en nuestra familia, en nuestros ambientes de trabajo, en la sociedad y en la manera en que interactuamos”, enfatizó el Rector.

Haciendo referencia a la encíclica Fratelli Tutti -dijo-, el proceso de paz es un compromiso constante en el tiempo, es un trabajo paciente que busca la verdad y la justicia, que honra la memoria de las víctimas y que se abre paso a paso a una esperanza común, más fuerte que la venganza.