El Kremlin acusa guerra económica de E.U.A.
15/03/2022
Autor: Dr. Juan Carlos Botello
Cargo: Profesor Facultad de Comercio Internacional y Logística

El pasado 8 de marzo, la Casablanca emitió un comunicado donde informa que el presidente Biden firmará una orden ejecutiva para prohibir las importaciones de petróleo, gas natural licuado y carbón procedentes de Rusia como medidas adicionales a las ya tomadas anteriormente desde hace dos semanas que comenzó la invasión rusa a Ucrania - hay que recordar que, en el 2021, E.U.A. importó de Rusia casi 700,000 barriles diarios de petróleo crudo y productos derivados. Rusia no es el principal exportador de crudo a E.U.A. pero está dentro de los principales. Esta decisión se hizo tomando en cuenta a sus aliados, así como a sus socios alrededor del mundo quienes en su mayoría estuvieron de acuerdo en reducir la dependencia energética de Rusia para presionar a Vladimir Putin y al mismo tiempo tomar las acciones necesarias para reducir el impacto en el mercado global energético.

De acuerdo con el comunicado, E.U.A. cuenta con una sólida infraestructura en el sector energético y para evitar que el incremento en los precios de los energéticos se convierta en un dolor de cabeza para los estadounidenses la administración Biden se comprometió a liberar 90 millones de barriles de las reservas petroleras estratégicas de este año, así como a la venta de 30 millones de barriles. Los países miembros de la Agencia Internacional de Energía también acordaron liberar 60 millones de barriles de las reservas energéticas internacionales (incluyendo los 30 de E.U.A.).  Por su parte, el G7 hace un llamado para aumentar la producción de petróleo y minimizar los efectos en los precios de los energéticos.

Hasta el momento, más de 30 países que representan el 50% de la economía mundial han impuesto sanciones a Rusia que implican severos costos económicos, así como de diversa índole, por ejemplo; se corta el acceso a tecnología de punta, se mina el potencial crecimiento y se debilitará el ejército en los próximos años.

Algunos de los efectos inmediatos son la devaluación del rublo que ha perdido el 50% de su valor desde que Putin anunció la invasión a Ucrania, aislar al banco central ruso y sacar a dos de los principales bancos del sistema financiero internacional lo que impide el acceso a sus reservas internacionales, controles a la exportación de los aliados para debilitar la producción industrial, evitar que los inversionistas estadounidenses con inversiones en Rusia en el sector energético contribuyan a la expansión del sector energético en aquél país, además que muchas empresas como Inditex, Coca-Cola, Starbucks, Uniqlo, McDonald´s, Goldman Sachs, FedEx. Microsoft, DHL, Google, Spotify, PRADA, Puma, Unilever, Procter&Gamble, Pepsico, Airbus, Visa, Mastercard, Netflix, Meta, Ford, UPS, General Motors, American Express, Delta, Directv, VW, Boeing, Apple, Disney, MAERSK, Exxon, twitter, Shell, Roku, H & M, Toyota, Heineken, BP, IBM, Airbnb, Youtube, IKEA, Warner Media han decidido terminar sus operaciones en Rusia, sin embargo, este jueves 10 de marzo el presidente Putin ha amenazado con expropiar las empresas extranjeras y dice que podría empezar a gestionar los activos de esas empresas.

En conclusión, puedo decir que es preocupante el escenario internacional ya que por un lado vemos la guerra militar y por el otro las implicaciones económicas para los países ubicados en Europa y en otros continentes. Pareciera que un pequeño error en este escenario de incertidumbre mundial podría causar graves consecuencias al mundo entero.