En el contexto actual, la salud mental ha cobrado una relevancia sin precedentes, no solo como una preocupación individual sino como un fenómeno que permea todos los aspectos de la vida social, señaló Brenda Trejo Torres, Coordinadora de la Maestría en Psicoterapia Cognitivo Conductual de UPAEP.
Además, abordó la importancia de la salud mental y su impacto en la vida cotidiana de las personas.
Trejo Torres comentó que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es "un estado de bienestar" que va más allá de la simple ausencia de trastornos mentales. "Esto significa que todos los factores que nos rodean, como las condiciones culturales, políticas y económicas, influyen en nuestro bienestar. Sin embargo, no todas las personas desarrollarán un trastorno mental", señaló.
Este punto es clave, ya que la salud mental no solo engloba a quienes padecen un trastorno, sino a todas las personas en su vida diaria. El bienestar mental implica la capacidad de enfrentar situaciones estresantes, tomar decisiones efectivas y adaptarse a las demandas de la vida diaria. Además, una buena salud mental favorece la regulación emocional y la capacidad de vincularse con otras personas.
"La salud mental no es solo una cuestión individual; también es colectiva", destacó Brenda Trejo. En este sentido, la salud mental nos permite ser agentes activos en nuestra sociedad, contribuyendo al bienestar común y estableciendo relaciones interpersonales sanas. Las dificultades en la salud mental pueden llevar al aislamiento y a la incapacidad de establecer relaciones efectivas con familiares, amigos o colegas, lo que afecta todos los ámbitos de la vida, reiteró la académica.
Un aspecto crucial de la salud mental es su impacto en el desempeño académico y laboral. “Por ejemplo, las dificultades para asistir al trabajo o la escuela debido a problemas de salud mental pueden generar una cadena de consecuencias negativas para las organizaciones, las empresas e incluso para los estudiantes”, señaló Trejo Torres.
Asimismo, destacó la importancia de reconocer la salud mental como un derecho fundamental. "Todas las personas tienen derecho a gozar de salud mental y a acceder a tratamientos efectivos, basados en evidencia científica", afirmó. Este derecho implica que las personas puedan recibir atención y tratamientos de calidad, independientemente de su situación económica o social. No obstante, también reconoció que muchas veces las personas enfrentan barreras para acceder a estos servicios, como la falta de información o el estigma asociado a la búsqueda de ayuda psicológica.
Es fundamental que la sociedad, las instituciones educativas y las empresas tomen conciencia de que la salud mental no es un tema menor, "la salud mental afecta todas las áreas de la vida. No es algo exclusivo de uno mismo, sino que permea en nuestro entorno y en las relaciones que construimos", expresó Brenda Trejo.
Josué Huerta, profesor de la Facultad de Psicología de UPAEP, complementó estas reflexiones con datos epidemiológicos que subrayan la gravedad de la situación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 350 millones de personas en todo el mundo han sufrido, están sufriendo o sufrirán algún tipo de depresión, y alrededor de 260 millones lidiarán con problemas de ansiedad. Estas cifras son preocupantes, considerando que, según estimaciones, la depresión se ha convertido en una de las principales causas de ausentismo laboral a nivel global.
En cuanto a los datos sobre el suicidio, Josué Huerta indicó que alrededor de 800,000 personas al año se quitan la vida, una cifra que ha ido en aumento. En México, el Observatorio en Salud Mental y Adicciones reporta que, tras la pandemia, los problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad incrementaron un 25%. A esto se suma que el sistema de salud mental en el país no ha logrado cubrir la creciente demanda: de cada diez personas que requieren atención, solo dos la reciben.
Además, Huerta enfatizó que, de las personas que acceden a atención, muchas no están recibiendo los tratamientos más adecuados. "En UPAEP promovemos tratamientos basados en evidencia, lo que permite ofrecer una atención más precisa y efectiva, reduciendo la duración de los tratamientos y mejorando la calidad de vida de los pacientes", explicó el académico.
La salud mental, tal como recordó Brenda Trejo, es un derecho fundamental que no debe ser subestimado. Todos tenemos derecho a recibir tratamientos efectivos y accesibles, sin importar nuestras circunstancias. Sin embargo, como señala el maestro Huerta, el acceso a estos servicios sigue siendo un desafío debido a la brecha entre la oferta y la demanda, así como a la falta de profesionales capacitados para brindar la atención adecuada.
En este sentido, UPAEP ha tomado la iniciativa de formar psicoterapeutas con los más altos estándares de calidad, para atender de manera efectiva las necesidades de la población. "Es importante que aquellos que estén pasando por problemas de salud mental busquen ayuda lo antes posible, recordando que no están solos y que no hay nada de malo en reconocer que se necesita apoyo", puntualizó Huerta.
Para aquellos que se encuentran en situaciones de riesgo o necesitan atención inmediata, en México existen líneas de apoyo como el 911 y la Línea de la Vida, que ofrece atención en temas de salud mental, violencia y prevención del suicidio. Estas herramientas están al alcance de la población para brindar asistencia en momentos críticos.
En el contexto de la creciente preocupación por la salud mental a nivel global, UPAEP está tomando medidas para formar profesionales capacitados para enfrentar estos desafíos. Alejandra Jiménez Rovelo, Asesora Educativa de Posgrados de UPAEP, expone cómo esta institución está abordando las necesidades actuales con la creación de la Maestría en Psicoterapia Cognitivo-Conductual.
Jiménez Rovelo agregó que UPAEP se ha comprometido a formar líderes que transformen esta realidad a través de programas educativos innovadores. Uno de los principales objetivos de esta nueva maestría es crear profesionales con una visión científica y humanista capaces de abordar de manera efectiva los problemas de salud mental.
"Este programa tiene como objetivo formar maestros en psicología clínica con una perspectiva que no solo aborde el diagnóstico y la prevención, sino también la innovación en los procesos terapéuticos, adaptándolos mejor a las necesidades del paciente", señaló Jiménez Rovelo. Este enfoque permitirá que los futuros egresados puedan emplear técnicas basadas en guías clínicas para mejorar las intervenciones terapéuticas.
Además, la maestría se distingue por integrar tanto modelos cognitivos como conductuales contextuales, ofreciendo una formación amplia y especializada. UPAEP ha diseñado un programa educativo robusto, avalado por CIFRUS, una comisión que regula los planes de estudio en el área de salud. "Es la primera maestría que cuenta con esta regulación desde su inicio, lo que garantiza la calidad académica del programa", subrayó Alejandra Jiménez.
La Mtra. Alejandra Jiménez invitó a quienes estén interesados a explorar más sobre este programa, incluyendo el plan de estudios, costos y actividades internacionales, a través del sitio web de UPAEP. Además, ofreció atención personalizada a través de un enlace directo por WhatsApp 2227 1032 71, resaltando los beneficios que la institución ha dispuesto para hacer accesible esta maestría.