Experto UPAEP analiza las estrategias que hacen del Modelo Educativo Híbrido en el Estado de Puebla un referente de dinamismo y pertinencia.
Durante el evento de sesiones Online UPAEP, se realizó la conferencia titulada “Siete estrategias para la aplicación exitosa del Modelo Educativo Híbrido en el Estado de Puebla”, donde el Dr. Jorge Medina Delgadillo, dirigió su atención a las implicaciones del modelo híbrido en el Estado de Puebla. Destacó temas como modelos educativos, tipo de actividades, currículum integrado, estrategias y fuentes de aprendizaje, así como el rol de la tecnología.
El Dr. Medina comenzó con la estrategia de lectura del Modelo Educativo Híbrido del Estado de Puebla, oficio que destaca por su dinamismo, pertinencia y actualización en el propósito educativo. Se convierte en un parte aguas para la educación post-Covid y reta al sistema educativo a la versatilidad.
La segunda estrategia, se indicó como un modelo híbrido fuerza el cambio de actividades puntuales y localizadas, clasificadas como tipo alfa. El desafío, entonces, está en el desarrollo de actividades continuas y de multi-entorno, conocidas como actividades delta. Buscando generar en los estudiantes, aprendizajes auténticamente significativos.
El modelo híbrido no solo tiene que resolver la situación actual, sino que también debe resolver los pendientes del modelo anterior, tratando temas cómo la equidad de género en la educación, inequidad social, calidad educativa y un tema que resalta, es la competencia educativa. En la tercera estrategia se propone una triple desconexión, que las actividades conecten conocimientos entre sí, apoyando la idea de crear un curriculum integrado.
El Dr. Jorge Medina, en la cuarta estrategia mostró cómo cuando hay un estado de crisis se regresa a la estrategia back to basics. La magia de la educación se vuelve activa cuando desafía de manera continua y en multi entornos el aprendizaje. Uno de los problemas de la educación remota es el aburrimiento, la desconexión del alumno que siempre ha estado ahí solo que ahora es visible. Los básicos son despertar interés, problematizar las mentes mediante la complejidad y la construcción del aprendizaje, forjando identidad y haciendo comunidad; todo para crear un modelo que vaya del aula a la vida.
La quinta estrategia, ir a la vida como fuente de aprendizaje, implica aprender desde, para y en la vida, acogiendo historias, valorando aportes, emociones, saliendo a conocer el entorno, escuchando activamente, situarse en contextos determinados y mediante la demostración de que la educación es un medio para lograr todo lo que el alumno se proponga en la vida, mejor el país o alcanzar un sueño.
Reconsiderar el rol de la tecnología, es la sexta estrategia que explicó el Dr. Medina. Donde la tecnología deja de considerarse como una herramienta y se convierte en una identidad ambiental, incluye redes de comunicación, contenido, herramientas de aprendizaje colaborativo y sin fin de cosas. Esta nueva faceta de la tecnología invita a los maestros a dejar el miedo atrás cuando los estudiantes se vuelven autónomos, pregunta a los estudiantes lo que quieren hacer, desarrollando estudiantes críticos que sepan aprovechar las redes a su alcance.
La última estrategia, con la que concluyó el Dr. Medina, es pensar la clase más como bootcamp que como serie de Netflix, en el aspecto de que la educación no solo debe ser pasiva sino una experiencia inmersiva que logre la creatividad de los aprendientes para que puedan autoevaluarse, desarrollen sus propias habilidades para resolver los problemas raíz. Que un estudiante pueda conectar el problema, la causa, el contexto y desarrolle habilidades, liderazgo y conozca sus propios límites; logra que el alumno se reconozca, construya y defina. Se busca que el estudiante nunca olvide lo aprendido.