En el caso de Puebla, se ha sufrido un proceso de cambio desde los años 70’s y hasta la actualidad, en donde se ve muy limitado el acceso al agua potable, de hecho desde hace unos cincos años, el sistema operador consideraba una dotación cercana a los 200 litros por habitante por día de agua potable, considerando que en algunas zonas de la ciudad, no se llega a esa cantidad de consumo y en otros puntos de la ciudad, se ha dado la situación del “tandeo”, en donde se dosifica el agua para ciertas colonias en ciertos horarios.
El Día Mundial del Agua es una fecha muy especial, en donde quizá no haya mucho que celebrar, pero sí que comentar al respecto. En el caso de los países latinoamericanos compartimos muchos problemas similares, pero también compartimos muchas áreas de oportunidad.
En el caso de México hay estados de la República en donde hay abundancia de agua potable incluso a nivel superficial, pero se tiene que cuestionar de manera importante la calidad de esas aguas, enfatizó Raciel Flores Quijano, Director del Área de Química de la UPAEP.
Agregó que mucha de esta calidad de agua va en función del uso que le da la gente, para uso medicinal, para la preparación de los alimentos, es decir, el agua debe tener una calidad excepcional para dicho cometido, mientras que para otros usos como es la utilización del agua para el riego de áreas verdes, para el uso de servicios no se requiera ponerse exigente en cuanto a la calidad para que tenga una pureza total.
Dijo que en el caso de Puebla, se ha sufrido un proceso de cambio desde los años 70’s hasta la actualidad, en donde se ve muy limitado el acceso al agua potable, de hecho desde hace unos cincos años, el sistema operador consideraba una dotación cercana a los 200 litros por habitante por día de agua potable, considerando que en algunas zonas de la ciudad, no se llega a esa cantidad de consumo y en otros puntos de la ciudad, se ha dado la situación del “tandeo”, en donde se dosifica el agua para ciertas colonias en ciertos horarios.
Asimismo, refirió que se debe considerar que la calidad del agua, solamente se limita a la cloración y en el caso de nuestra ciudad, se sabe de la dureza que tiene el agua que se utiliza en las casas por las sales minerales que arrastra y porque viene cargada en algunas zonas de sulfuros, lo que la hace ser rechazada desde el punto de vista de la percepción que tiene la gente con el aroma del líquido.
Manifestó que conforme va creciendo la población, hablar de 200 litros por habitante por día, es demasiado si se piensa en tener una mayor equidad entre la población de la dotación de este vital líquido. En ese orden de ideas, la aspiración que tenemos para hacer un mejor uso del agua es que se lograra la meta de que fueran 100 litros por habitante por día y con esa cantidad, cubrir todas esas necesidades, desde las más básicas, hasta las que uno se pueda imaginar.
Abundó que, el sector industrial es otro elemento que se viene afectando, en el país tiene prioridad el sector agrícola y luego la dotación a las poblaciones, en tercer lugar, entra el área de servicios y las industrias, a quienes si les cuesta el valor real del agua para obtenerla y distribuirla.
Raciel Flores, señaló que también se presentan ciertas peculiaridades con algunos países de América del Sur, con la cordillera de los Andes, es el gran proveedor de agua para muchos países de Sudamérica, pero también presentan ciertas circunstancias que invitan a la reflexión para también cuidar este vital líquido que sirve para supervivencia de la humanidad.
En ese sentido, dijo que es importante tener en cuenta esta distinción, de si se habla de agua potable o de aguas residuales y el uso que se les da, aspectos totalmente diferentes, en donde es importante señalar el papel que juegan los organismos que se encargar de administrar el manejo de este líquido y la manera en que se le da tratamiento a las aguas residuales que ha utilizado la población.
Manifestó que otro factor que influye en la escasez de aguas dulces tiene que ver con el crecimiento de la población, en el caso de Puebla, ésta ocupa entre el cuarto y quinto lugar en metrópolis que están creciendo, con más de 5 millones de habitantes y qué va a pasar en un futuro cercano, no mayor a cinco años, se debe considerar qué se va a hacer al respecto.
Por lo tanto, dijo que tanto los ciudadanos como las entidades públicas, privadas y universidades, tienen que comenzar a valorar para tomar acciones directamente para aprovechar de manera responsable este líquido que es vital para las actividades de las personas en el corto plazo.
En su intervención, el Dr. Lizardo Visitación Figueroa, Profesor Principal del Departamento Académico de Química, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Agraria La Molina, de Lima, Perú, expresó que las realidades en cuanto al manejo responsable del agua potable por parte de las poblaciones de cada nación difieren de manera significativa desde el punto de vista geográfico, y límites territoriales.
Indicó que en el caso de Perú, el agua dulce con la que cuenta esta nación proviene de la cordillera de los Andes, ya que corre por sus ríos y en el caso de las ciudades más grandes de este país andino y que se encuentran en la zona costera, se ubican dentro de una zona árida, desértica, y con una alta población y las fuentes principales de agua dulce son los ríos que bajan desde la cordillera de los Andes.
Dijo que en el caso de Lima, Perú, son tres ríos los que bajan desde la cordillera de los Andes, son las que proporcionan el agua para la ciudad de Lima, que tiene una población arriba de los 10 millones de habitantes y en promedio cada habitante consume alrededor de 230 litros por día, por ello, refirió que también es necesario que la gente utilice el consumo de agua de manera responsable en 100 litros por habitante de manera diaria.