Alas de la Memoria es un espacio de creación literaria a cargo del Mtro. Noé Blancas de la Facultad de Humanidades.
Usa una camisa con palmeras o guacamayos de colores, o quizás con ambos, ya que compaginan, ellos se visten junto a los cocos. Habla siempre en el idioma en que te pregunten y responde en el que crees que te preguntarán. Degusta la fruta más dulce del lugar antes que la más amarga, que de frutales mal usados está llena la huerta. Comprueba que el cielo se refleja en algún lugar además de en tus ojos. Cuenta las casas de color pastel y no seas repostero en tierra extraña. Practica algún deporte de pelota, las redes no son sólo para atrapar presas. La sombra será tu fiel guardián, no te escondas de ella. Come lo que te den, ofrece lo que comas y da a los demás lo que te ofrezcan.
La línea de costa es única pero divisible, serpenteante pero inestable, sobre todo, cuando dos cuerpos exaltados la interrumpen. Hay dos tipos de pescado, los que muerden y los que se dejan morder. La luna nunca se baña en el mar, es muy exquisita, prefiere su bañera de estrellas. Los autóctonos son seres como tú, quizás más alóctonos, pero eres tú el que se ha ido a vivir con ellos y no ellos los que han metido su casa en tu salón. Ayudar a tocar los tambores en las fiestas es símbolo de amistad, pero no a las siete de la mañana. Las playas vírgenes existen, pero asegúrate de no estar en un lugar sagrado, de ser así, desvirgarán tu espalda a palos. Deja tu repertorio de chistes en el aeropuerto más cercano; con un poco de suerte los extraviarán para siempre. Los vegetarianos no son los naturales de “Vegetaria”. Si ves un animal que no conozcas, preséntale tus respetos, pero si no te respeta es mejor que tú también seas un animal.
El sistema de gobierno del lugar siempre será proporcional a lo grande que tenga la choza el jefe del poblado más cercano a la principal fuente de suministro de agua. No te molestes en impresionarles con tu cámara que captura el alma de las personas, ellos son los dueños de la tienda de impresiones digitales. Intercambiar baratijas por telas o figuras de madera está bien, pero siempre que vayan acompañadas por papeles verdes a los que llaman dólares. Depilar es una palabra que no existe en su idioma, peinar tampoco, pero el salón de belleza siempre suele estar junto al casino. Las leyendas sólo son eso, leyendas, o eso decía un anciano de cara maltratada por el tiempo que desapareció en los arrecifes cuando hundía un tesoro que un gran pez dorado devoró. Si se te ocurre el viejo sueño de mandar un mensaje en una botella, que al menos sea algo ocurrente, no el típico “¿ha llegado?”.
Si llamas a tus amigos diciendo que has visto a la sirenita, ellos te recordarán que eso es lo que está sobre los coches de patrullita. En el caso de necesitar un médico, consulta al chamán; te curará, o eso dice su diploma de Harvard. El método de ligar en la zona es muy simple, sé tú mismo; es difícil, pero estoy seguro de que te conoces mejor que nadie. Puede que te multen por estacionar mal tu vehículo, deja la tabla de surf junto a la toalla y no cegando la salida de emergencia de la playa. Regresa siempre del lugar aprendiendo algo nuevo, además de eso de que allí también conocen a tu equipo preferido de fútbol.
Algunos pensaréis que el fin de todo viaje de aventura comienza cuando tu pareja te recuerda que ya estás de vacaciones, perdonen me están hablando… ¡Sí, cariño, ya preparo las maletas!