Formas de Comunicación
08/09/2021
Autor: Paco Rubín
 A Nicanor se le acabaron las palabras
 
Había dicho tantas, que había dicho todas.
No existía palabra que Nicanor no hubiera pronunciado.
Y se le fueron gastando y ya no tenía nada que decir, porque su boca no podía ya pronunciar palabras.
 
Entonces Nicanor empezó a hablar con números.
Y decía uno, dos, tres, cuatro, cinco, ciento veinte, mil doscientos. Hablaba con números y dijo todos.
 
Un día su boca quedó sin poder hablar porque todos los números ya los había dicho y su boca ya sólo escupía ruidos extraños.
Gritaba gemidos y formas sonoras amorfas.
Gritaba gritos azules y gritos sin color.
 
El día que se le acabaron los gritos, Nicanor ladraba o maullaba o bramaba o barritaba o hacía el ruido de un jilguero.
Pero nunca pudo quedarse callado.