Posiblemente la película que revivió la popularidad de los musicales en la década pasada, “La La Land” es una de las películas contemporáneas más relevantes en la industria del cine. También participe de uno de los momentos más icónicos de los premios de la Academia.
Esta obra está conceptualizada como musical a cargo de Damien Chazelle, un director de cine relativamente joven para el impacto que ha tenido en la industria y el éxito que ha alcanzado. Dentro de su filmografía como director se encuentra “Whiplash”, otra obra magistral que también fue de gran popularidad e hizo de su nombre uno muy reconocido.
La La Land está ambientada en la ciudad de Los Ángeles, California y sigue la historia de Mia y Sebastian y cómo sus caminos se cruzan en un momento crucial de sus vidas. Ambos están en un intento de realizarse profesionalmente y de hacer sus sueños realidad. Acompañada de canciones icónicas y melodías pegajosas, vamos viendo los diferentes obstáculos y retos que se les presentan a dichos personajes en ámbitos tanto laboral, como personalemente y como estos van reflejándose en su relación.
Hablar de esta película es genuinamente un trabajo difícil, ya que tratar de poner en palabras la genialidad de sus canciones, su guion, sus interpretaciones y sobretodo la dirección de Challeze, es un verdadero reto. Antes de categorizarla como un romance, quizá sea más adecuado categorizarla como “Un musical que te lleva por una montaña rusa de emociones”. Después de ver dicha genialidad del cine contemporáneo, uno puede entender mejor el enojo del público al habérsele otorgado el Óscar a mejor película a “greenbook” (que no deja de ser una gran película, pero nada a comparación de “La La Land”). Muchos recordarán aquel memorable incidente del sobre equivocado de Warren Beatty en la entrega de premios del 2017, que fue todo un revuelo mediático y causó un sinfín de discusiones en redes sociales.
A pesar de no haber obtenido dicho Óscar, su actriz principal Emma Stone, fue la ganadora de la noche a mejor actriz de reparto. Esto no sorprendió a muchos ya que la interpretación del personaje de Mia fue tan acertada, tan verosímil, tan genuina y tan bien estructurada, que hubiera sido un error no haberle otorgado dicho premio. Emma Stone logró demostrar los miedos, el enamoramiento, la decepción, la ilusión y muchas otras cosas más de una manera formidable. Además, logró sorprendernos con su talento para cantar al interpretar canciones como “Audition”.
Al ser un musical es imposible no hablar de las canciones que componen la banda sonora de esta película. La mayoría escritas por Justin Hurwitz e interpretadas por Emma Stone y Ryan Gosling. Las canciones son en su mayoría jazz ya que el personaje principal es un pianista de dicho género, pero es increíble la belleza que componen las melodías de “Audition”, “City of stars” “Planetarium” y “Epilogue”. Son canciones que se pueden gozar sin necesidad de conocer la trama de la historia.
La magia de Chazelle está en como logra hacer de esta historia algo tan memorable. A pesar de que se sitúa en la actualidad, tiene detalles que le dan una esencia de Hollywood en el siglo pasado. Desde los vestuarios, los colores, la trama y las interpretaciones acompañadas de las melodías de Hurwitz, hacen que esta historia se sienta como un clásico.
Quienes no han podido gozar de esta película, que es considerada por muchos como la mejor del la segunda década de los 2000´s, deberían invertirle dos horas de su vida para disfrutar de dicha obra maestra. Pareciera que esta película no tiene errores por el recibimiento que le ha tenido el público y por sus excelentes críticas, y posiblemente esto se deba a la genialidad de Chazelle en conjunto a la fotografía de Linus Sandgren. Actualmente se encuentra disponible en HBO y sus canciones en Spotify y Apple music.