La UPAEP promueve ambientes libres de violencia
02/09/2021
Autor: Regina Ancona

El Sistema de Integridad es una herramienta útil que contempla políticas, normas y protocolos de ética y conducta para prevenir o evitar el acoso, hostigamiento o conductas deshonestas dentro de la Institución.

Con la intención de promover ambientes seguros entre todos los miembros de la comunidad universitaria, la UPAEP, a través de la Dirección de Formación Cultura y Liderazgo inició una serie de charlas a fin de acercar los temas que el Sistema de Integridad contempla como parte de los reglamentos y códigos de conducta y ética para evitar el acoso y hostigamiento dentro de la Institución.

Para ello, se contó con la intervención de la Psicóloga María de la Soledad Fernández, quien comenzó por definir la violencia como una situación que si crece, impide el desarrollo de los talentos.

“Se tiene que buscar la armonía, la buena convivencia para que todo florezca, sin embargo, para que exista armonía se requiere que todos los miembros del grupo familiar, escolar o social, asuman su responsabilidad para conservar un ambiente fraterno”, destacó la Psicóloga durante su charla La Violencia y Manejo de Límites.

Agregó que la violencia es el uso deshonesto, prepotente y oportunista de poder sobre el contrario y es resultado del desajuste personal y social del individuo. Es decir, la violencia se usa para manejar al otro en una relación dominación-sumisión.

Observó  que a pesar de que cada vez hay más actos violentos de conducta violenta en la sociedad, estos no pueden normalizarse ya que no es lo más adecuado y aclaró que existen diferentes tipos de violencia como la verbal, física, social, psicológica, cibernética y el acoso sexual.

“El maltrato entre las personas no permite una relación estable, permanente o duradera, y se forman situaciones como la discriminación, el acoso laboral, bullying y atenta contra la integridad de la persona”, alertó.

Indicó que si bien la violencia siempre ha formado parte de la humanidad, esta tiene su origen dentro del núcleo familiar, especialmente en las desestructuradas.

“Una persona que proviene de un lugar donde hay violencia, tiene a reproducir los comportamientos agresivos de la familia y lo hace sin darse cuenta pues es la forma habitual de comportarse”, expresó.

En este sentido, dijo, se debe aprender a adaptarnos a los cambios del siglo XXI, a ser autónomos y cooperativos, a defender los valores, a mantener una mente abierta para vivir en paz y con respeto y así puedan florecer los talentos, “es como una sociedad prospera”, aseguró.

Por otro lado, señaló, en las relaciones humanas se deben establecer límites, eliminar conductas dañinas lo cual, dijo, se logra con una buena comunicación.

“Si una persona deja todas las puertas abiertas de su casa, es muy fácil que un día se sorprendan encontrar a una persona entrar a su closet. Las puertas son una forma de límite. Si tengo la puerta de entrada cerrada, yo decido a quién veo únicamente desde la calle, a quién dejo entrar a la sala y a quién a mi habitación. Igualmente pasa en las relaciones humanas, uno puede decidir con quién se puede ser más abierto y con quién no tanto. Si yo ya acepté a alguien entrar a mi vida, pero no me está gustando porque está abusando, entonces lo regresamos dos rayitas para afuera. Ya no es seguro compartir tan profundamente con esta persona”, explicó la Mtra. María de la Soledad.

Aclaró que al hacer esto, no se trata de eliminar a las personas, sino de eliminar las conductas de las personas.  

 El primer limite, dijo, es el del respeto. Si éste se rompe es muy difícil volver a encontrar la línea, por eso, aconsejó, debe de haber una consideración entre ambas personas. “Tenemos que tratar al otro como queremos que nos traten”.

Para lidiar con personas pasivo agresivas, destacó, la persona debe de reconocer si es agresiva o no, y después observarse en momentos específicos cómo es su conducta.

“Debemos de tener comunicación sana, es importante no intimidarse ante las manipulaciones astutas de una persona pasivo agresiva. Debemos de identificar su comportamiento, lo que hace y dice, los comentarios que te hace, y como te hace sentir”, finalizó.