Será a través del respeto a la verdad y la amistad que los jóvenes universitarios logren transformar realidades con una visión de bien común: Baños Ardavín.
Fue a través del coloquio titulado ¿Promueve la Universidad el bien común y la justicia? organizado por el Centro para el Desarrollo Sostenible y el Bien Común (CEDS) donde Emilio Baños Ardavín, Rector de la UPAEP reconoció que solo procurando la amistad y la verdad es como las Universidades pueden incidir en el desarrollo de distintos bienes comunes.
¿Cómo promover el bien común?, fue el cuestionamiento en base al cual giró la mesa de diálogo en la que participó Baños Ardavín junto a los Rectores de la UTEQ y la UAQ.
Este diálogo abarcó las acciones que realizan las universidades que estimulan, promueven y favorecen el bien común para la formación de personas con una perspectiva solidaria.
Durante su participación el Rector de la UPAEP señaló que es imperativo que la universidad se abra a la sociedad, “hoy por hoy es una exigencia, es algo que verdaderamente requiere, le urge a nuestra sociedad y a la universidad”.
Ante ello indicó que la universidad debe considerarse como un gran bien común de la sociedad que se ha acrisolado prácticamente a lo largo de mil años de historia.
Recordó las palabras del filósofo Rafael Alvira quien afirmó que como cualquier otra institución, la universidad debe mirar al bien común, pero lo esencial en el ámbito universitario es identificar precisamente lo común.
Agregó que si no hay respeto por la verdad y la amistad, no hay comunidad posible, sino solo cálculo de poder, es decir si manipulamos la verdad, la realidad, la ciencia; si calculamos o ponderamos en función de réditos las relaciones humanas, la relación incluso profesor estudiante, la relación de la propia institución con sus profesores, se convierte en meros cálculos de poder a conveniencia; se vuelve un circuito perverso que se revierte en contra del espíritu persé de la universidad y de lo que esta puede ofrecer.
Es a través del diálogo de perspectivas con los otros, que surge una verdadera amistad,aseveró el Rector y es justo a través de la verdad buscada en el diálogo que surge lo común. “Sin afán de verdad no hay comunidad, esto me parece que nos puede ayudar a ilustrar cuáles son esos bienes comunes que como en ningún otro espacio se pueden procurar en la universidad”.
“Me parece que tenemos que rescatar la esencia de la vida universitaria y lo podemos reubicar en función de la experiencia propia, a partir del diálogo. Cada amigo que ganamos no nada más nos perfecciona y enriquece por lo que nos ofrece, sino por lo que nos descubre, por lo que nos ayuda a entender de nosotros mismos, de lo que es la verdad de cada uno de nosotros”, infirió Baños Ardavín.
De ahí la relevancia de ese continuo contraste de fraguar esos proyectos comunes de amistad, de compromiso con esas verdades que queremos fortalecer o en su caso esas realidades que queremos transformar.
Este coloquio concluyó que se debe adoptar una perspectiva del bien común sobre la sociedad y cómo a partir de esta perspectiva se fomentan indicadores que se interesan a los procesos educativos que generan responsabilidad social.