Polarización es mal de México, a tiempos recios universitarios comprometidos
14/09/2022
Autor: Dr. Emilio José Baños Ardavín
Foto: Eric Contreras

Este 13 de septiembre el Dr. Emilio José Baños Ardavín, Rector de la UPAEP rindió su Informe correspondiente al periodo 2021-2022 e hizo un fuerte llamado a la comunidad universitaria de no ser indiferentes ante los retos que se presentan en el país.

Ante la presencia de la Junta de Gobierno, el Consejo Universitario, miembros del sector empresarial, político y social advirtió que la situación actual del país se deriva de la suma de acciones y omisiones de múltiples actores sociales, políticos y empresariales, aunadas a la constante polarización que incentiva el gobierno en turno.

A continuación presentamos de manera íntegra la parte final del discurso pronunciado por el Dr. Baños Ardavín en el Centro de Vinculación de la UPAEP:

Amigas y amigos, hemos compartido los principales resultados y avances de UPAEP en este ciclo, que ya decíamos al inicio del Informe, se presentan en medio de tiempos turbulentos.

Advertimos en nuestro país un ambiente de tensión social que no se veía desde hace cinco décadas. Entonces como ahora, se presentaban los efectos de los retos globales que incidirían en las dinámicas locales: la sombra de la llamada guerra fría y el fin de la era moderna en aquel ayer; y los efectos de la pandemia y la postmodernidad, en los albores de un franco cambio de época en el hoy. 

Si ya el entorno global desafía la viabilidad de todas las naciones, en México esto se agudiza con la crispación provocada por acciones y omisiones de múltiples actores sociales, políticos y empresariales acumuladas en lo que va de este siglo, y en los años recientes con una polarización inducida deliberadamente por el gobierno en turno.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Es la pregunta recurrente. Más allá de cuestionables determinismos históricos, e incluso de corrientes ideológicas, afirmamos con el pensador alemán Romano Guardini[1],  que la realidad se configura en función de quién y cómo ejerce el poder. El mundo de las ideas se convierte en poder cuando la vida concreta del hombre o la mujer lo asume, de modo que lo que vivimos hoy es el entramado de las acciones de quienes tienen la facultad de ejercerlo en cualesquiera de los ámbitos de la vida en sociedad.

Bajo esta lógica, si lo que hoy vivimos se explica por quién y cómo despliega el poder, nos enfrentamos a los referentes éticos y morales de cada persona en específico. Cuando éstos no existen o se han pervertido, se corre el peligro, cito: “de confundir la fuerza con la violencia, la iniciativa con la gloria personal, el mando con la esclavización, la objetividad con la ventaja propia, el resultado auténtico, que tiende hacia la totalidad y lo durable, con el mero éxito [personal]… De aquí se deriva [la conciencia]… de que es un crimen distribuir las tareas guiándose por la ambición, el interés y la técnica partidista, siendo así que lo único que importa es saber qué se debe realizar y quién puede realizarlo”[2]. Hasta aquí la cita.

Llegamos entonces al punto de confluencia donde se encuentran la realidad y la universidad, en tanto que la auténtica transformación exige de la universidad la formación de líderes, es decir, de agentes de poder, conscientes de cuál es su centro y su horizonte, y que en uso de su libertad se comprometen con la verdad y la construcción del bien común. De ahí la relevancia de la educación superior, pues es el espacio privilegiado para el debate de las ideas, y la gestación de los hombres y mujeres capaces de hacerlas vida.

Por ello, quiero terminar dirigiéndome especialmente a los jóvenes aquí presentes: tiempos recios como los de hoy, son tiempos para la esperanza, virtud propia del universitario. Con su testimonio, ustedes nos han mostrado su gran capacidad de convertir el dolor infligido por la violencia en detonación de procesos de fraternidad para la paz; nos han sorprendido llevando su talento e ingenio a niveles nunca antes vistos, poniendo el nombre de México donde merece estar; hemos visto la entereza con la que han enfrentado el desafío de la pandemia y cómo, a pesar de sus estragos, han regresado más fuertes, justamente porque esta vivencia les ha permitido ser más conscientes de su centro, de esa paradoja formidable de la existencia humana que se experimenta vulnerable y frágil, y a la vez con una inmensa capacidad de amar para rescatar y ser rescatado por el otro.

Así es queridos jóvenes, ¡que nada los detenga! México necesita ser rescatado, y cada uno de ustedes tiene un rol insustituible en esta formidable misión. Nuestro compromiso es estar ahí, presentes, acompañándoles hombro a hombro en la gran aventura de cultivar el saber para amar, servir y transformar.

Quiero finalmente pedirle a Dios, y en especial a Nuestra Madre de Guadalupe que nos guíe y acompañe siempre, y nos permita en comunidad dar testimonio de su Hijo Jesucristo, quien es el Amor sin límites, y fuente inagotable de la Paz.

UPAEP
La cultura al servicio del pueblo.

Muchas gracias por su atención.

 Referencias

[1] y [2] Guardini, R. (1957). El Poder. Werkbund. Biblioteca Digital de la Universidad de CEU-Sau Paulo.