Co-creación, pilar ético en la relación humano-Inteligencia Artificial
12/07/2024
Autor: José Antonio Sánchez Sosa
Foto: José Antonio Sánchez Sosa
Profesor de Global Summer aprecia la utilidad de la IA y el valor que tienen las creaciones artísticas emanadas de ella, sin considerarla un método de producción.

En el marco de Global Summer UPAEP y la serie de pláticas sobre la relevancia e importancia de la Inteligencia Artificial (IA) en el mundo del diseño y las artes, el Mtro. Juan Esteban Ocampo Rendón, de la Universidad Católica Luis Amigó de Colombia, presentó al público presente su ponencia “Uso de la IA en los procesos de producción artística” en la que aborda el papel que debe jugar esta tecnología en la creación de piezas de arte y el aspecto ético en el proceso, ya que afirma que la IA no debe verse como un medio de producción sino como un elemento para hacer convergencia de esfuerzos.

La IA se ha visto involucrada en todo lo que se refiere a las artes, y el Mtro. Ocampo incluye, entre otras, a la arquitectura, música, escritura, fotografía o artes plásticas. Por tanto, alude a que la relación entre el arte y la tecnología ha existido desde la invención de artefactos significativos para la humanidad como la rueda o un lápiz.

Sin embargo, pide diferenciar el entendimiento de la IA ya sea desde la ciencia e informática, o bien, desde la producción artística. Esto es debido a sus enfoques particulares “más allá de que sus métodos de producción sean similares”, siendo que “la IA no debería servir como un método de producción sino uno de co-creación”.

De hecho, el Mtro. Ocampo refuerza este argumento asegurando que, si bien la IA ha venido a ser conocida con mucha fuerza para la sociedad desde 2021, han existido importantes personajes del mundo del arte que ya la empleaban desde la década de 1960 a raíz de su aparición como concepto en 1955, y una construcción de la relación laboral humano-maquina que derivase en una co-creación.

Lo anterior se explica con lo hecho por Harold Cohen, artista que desarrolló en 1965 una máquina llamada AARON a la que alimentaba en primera instancia de un banco de datos (data seed) sobre elementos, objetos, figuras y demás formas artísticas, para con ello dotarla de información de inicio (input) para generar información de salida (output). AARON, gracias a un algoritmo de interpretación, captaba el input que, como ahora se hace con el Chat GPT, podía ser una frase corta, y producía imágenes que se acercasen a lo requisitado.

Con ello, el Mtro. Ocampo subraya que la relevancia que cobró AARON en el mundo de las creaciones artísticas llevó a plantear los primeros cuestionamientos sobre quién merecía el crédito de las imágenes generadas por AARON, a lo que apunta a que deberían ser consideradas como producciones co-creadas, otorgando así su valor tanto a la máquina como al artista. Por ello, la co-creación es entendida por Ocampo Rendón como la situación en la que mentes pensantes son capaces de contribuir, desde sus áreas de conocimiento, a un objetivo común.

Otras de las obras pioneras en cuanto a ser creadas por la IA se refiere, son las siguientes mencionadas por el Mtro. Ocampo:

  • Arte generativo de William Latham, a través de conceptos y palabras se apoyaba de una máquina que le arrojaba resultados de imágenes estáticas.
  • Música algorítmica de David Cope llamada “Bach by design”, en la que tomó composiciones de Johann Sebastian Bach (entre otras obras de música clásica). Cope creó un programa que poseía una base de datos repleta de toda la obra musical de Bach para crear canciones nuevas con el sello del artista alemán.
  • “Bingo” (1998), cortometraje animado con ayuda de IA, creado por Chris Landreth mediante gráficos computarizados y software de animación. Obtuvo el Premio Genie como mejor cortometraje de animación.

El Mtro. Ocampo también comentó acerca de la negación que tienen algunos artistas, e incluso personas que no se desenvuelven en el medio artístico, para emplear la IA en sus procesos de creación: “considero que no es válido decir ´no estoy de acuerdo y ya´. No es una justificación. Es subjetivo, pero se sostiene con un argumento objetivo, y por tanto es importante consolidar las ideas que dan valor a nuestro discurso”.

Por tanto, el experto colombiano concluyó en que los alumnos, así como los artistas pueden comenzar “a ver estas tecnologías como una especie de aliadas que les permita desarrollar y mejorar la producción”, siempre primando dar crédito a la IA al reafirmar la co-creación.