La inteligencia turística: entre datos, ética y sostenibilidad
17/06/2025
Autor: Luis Daniel Alcocer Aguilar
Foto: Danna González Viveros

La directora de la Cátedra Internacional de Inteligencia Turística de la Región de Murcia, España, compartió una visión integral sobre los desafíos actuales del turismo y propuso un modelo de gestión basado en la ética, la sostenibilidad y la inteligencia de datos

UPAEP se convirtió este lunes en un punto de encuentro entre la academia y el futuro del turismo internacional. En la sala 403 de posgrados, la Dra. Ginesa Martínez del Vas, directora de la Cátedra Internacional de Inteligencia Turística de la Región de Murcia, España, y quien es parte del programa Global Summer UPAEP 2025, ofreció una conferencia sobre los grandes retos de los destinos turísticos actuales, la gestión de datos y la transformación hacia modelos más éticos, sostenibles e inteligentes.

Durante la conferencia, la catedrática de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, abordó los cambios profundos en la gestión de los destinos turísticos. A través del acrónimo REMAR, se explicaron los cinco pilares de la nueva visión turística: Retos, Estrategias, Modelos, Acciones y Realidades. Los desafíos actuales incluyen desde el crecimiento incesante de modelos de negocio hasta un mercado cada vez más competitivo y territorios hiperespecializados. Se destacó también el papel del turismo como oportunidad para el desarrollo local, especialmente frente a cambios demográficos que exigen una nueva ética turística centrada en la sostenibilidad.

Según la ponente, los turistas de hoy toman decisiones influenciados por cinco factores fundamentales: seguridad (real y percibida), valores éticos centrados en las personas, experiencias significativas, sostenibilidad (incluyendo economía circular y responsabilidad) y autenticidad cultural, donde la tradición y la gastronomía son esenciales. La seguridad, dijo, es la primera fase que inspira a los turistas; la experiencia los convence, pero es la autenticidad lo que marca la diferencia en un mundo globalizado donde todo tiende a parecerse.

Otro punto clave fue la llamada “metamorfosis del turismo”, que implica corresponsabilidad entre sociedad, empresas, gobiernos e inversores. La inteligencia turística debe integrar conocimiento, creatividad e innovación, generando valor real para el territorio. En este marco, destacó que México recibió 45 millones de turistas en 2024, mientras que España alcanzó un récord de 94 millones, con 16 millones solo en las Islas Baleares. Sin embargo, esta región ha congelado por decreto la creación de nuevas plazas hoteleras por cuatro años, como medida para evitar la saturación.

La Dra. Martínez subrayó la necesidad de definir un nuevo marco de planificación turística, uno que no solo responda al crecimiento, sino que garantice transformación competitiva y sostenibilidad a largo plazo. En el último lustro, la industria hotelera ha crecido un 2.3 % anual a nivel mundial, alcanzando ingresos superiores a 1,380 millones de euros. Para 2050, se espera la incorporación de 80,000 nuevos establecimientos turísticos.

El modelo de Destino Turístico Inteligente (DTI) fue expuesto como una alternativa sólida ante estos retos. Este modelo se sustenta en cinco pilares: desarrollo de

infraestructura y servicios, planificación estratégica en destinos consolidados, sostenibilidad y calidad en destinos maduros, integración tecnológica y sistemas de gobernanza, y por último, un sistema integral de sostenibilidad turística que garantice el desarrollo del territorio y la calidad de vida de los residentes.

Este modelo propone cinco fases de implementación: incorporación, diagnóstico, planificación, ejecución y renovación, acompañado de 97 requisitos y 257 indicadores organizados en torno a la gobernanza, innovación, sostenibilidad, accesibilidad y tecnología.

La conferencia concluyó con una reflexión sobre la necesidad de construir destinos turísticos basados en el conocimiento y la resiliencia, donde no solo se busque atraer visitantes, sino mejorar la vida de quienes habitan esos lugares. El turismo del futuro no solo será una industria, sino también un agente de cambio ético, digital y social.