Mi apellido no me pertenece
17/08/2021
Autor: Karla Sosa Marín

México se encuentra entre las primeras diez naciones con más lenguas originarias y ocupa el segundo lugar con esta característica en América Latina, después de Brasil. (Secretaría de Cultura, 2018).

Con el alcance de los medios, cada vez nos encontramos más al tanto de situaciones que antes eran invisibles, hoy en día México es familiar a la discriminación hacia las lenguas indígenas. No es un tema nuevo, pero con el tiempo el foco de atención se ha desviado y se ha perdido la ponderación del tema, así como su importancia.

Cada historia familiar tiene algo peculiar, en mi caso el apellido no es auténtico, ya que el papá de mi abuelo se vio en la necesidad de cambiarlo y para hacerme entender, me veo en la necesidad de explicar que en ese periodo Mérida, al igual que el panorama mexicano general actual, se encontraba entrabada por diferentes variaciones sociales, fenómenos económicos, apuestas políticas, pero sobre todo migraciones interestatales e internacionales.

Esta pequeña ciudad situada en la península de Yucatán se encontraba rodeada por pequeños asentamientos rurales, de los cuales las personas poseían diferentes colores de piel y rasgos físicos, es decir un “indígena” podía ser “blanco”. Por eso cuando las personas iban a la ciudad a buscar trabajo, la discriminación se basada en el aspecto físico, pero también en su apellido y en caso de que se tratara de procedencia indígena, la contratación no se llevaba cabo. Y por consiguiente muchos tuvieron que cambiar su apellido, entre ellos mi bisabuelo.

En la actualidad ya no se trata de tu apellido, pero las personas que hablan una lengua indígena usualmente lo ocultan para poder “encajar” y ser aceptados por la sociedad que en su mayoría habla español. De acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (2019): más de 25 millones de mexicanos se reconocieron como indígenas y siete millones hablan una lengua indígena (párr. 1). Si reflexionamos a profundidad encontraremos que no sólo reprimen su lengua madre, sino también su forma de vestir, sus tradiciones, creencias y como sociedad apartamos a estas comunidades como folclore, es decir, es algo que admiramos por ser “exótico” y al mismo tiempo lo vemos como algo ajeno a nuestra cultura propia, cuando en realidad también es parte de nosotros.

Esto tiene muchas repercusiones, la más visible es la división territorial, dichas personas viven apartadas de los centros urbanos y por lo tanto, pueden resultar marginadas, es decir, carecen de un sistema de educación de calidad, así como de la cobertura de necesidades básicas, llámese agua potable, luz, electricidad, hacinamiento  e incluso un sistema de salud digno, este último tan insuficiente que se ha traducido en pérdidas de vida por la crisis sanitaria.

Por ser mayoría, la sociedad que vive en centros urbanos espera que las minorías se adapten a nuestro estilo de vida, lo cual es injusto porque para estas comunidades significa dejar atrás todas sus creencias y esto no sólo sigue marginando el panorama, sino que también pone en peligro de desaparición este legado.

Es momento de cambiar el tema, ya no se trata de los pueblos indígenas, se trata de nuestra cultura y cómo aceptarla. Hace falta su inserción en los medios de comunicación, adaptar las políticas públicas que se han diseñado con el objetivo de apoyar a los pueblos indígenas a sus necesidades para asegurar su efectividad, abarcar temas culturales en las escuelas desde un punto de identidad mexicana, tratar de hacer esta inclusión expansiva hasta un punto donde incluso lugares públicos sean accesibles para ellos como consumidores para que algún día podamos ser ese México que realmente recibe a todos como hermanos sin sugestiones, ni prejuicios.

Como mencioné anteriormente, la discriminación no es un tema nuevo en México, sin embargo, es nuestra oportunidad para cambiar el enfoque porque no se trata de “ellos”, se trata de “nosotros”.

Referencias.

Secretaría de Cultura. (2018). ¿Sabías que en México hay 68 lenguas indígenas, además del español?. Secretaría de Cultura. Recuperado de

https://www.gob.mx/cultura/articulos/lenguas-indigenas?idiom=es

CEPAL. (2020). El impacto del COVID-19 en los pueblos indígenas de América Latina-Abya Yala. CEPAL. Recuperado de

https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/46543/S2000817_es.pdf

Instituto Nacional de Lenguas Indígenas. (2019). En el país, 25 millones de personas se reconocen como indígenas: inali       . Secretaría de Cultura. Recuperado de

https://www.inali.gob.mx/es/comunicados/701-2019-02-08-15-22-50.html

Rodríguez, B. E. (2013, diciembre). Choles, mayas y mestizos en el sur de yucatán. Volumen 8 (Número 2). pp 65-85. Recuperado de

https://www.elsevier.es/es-revista-peninsula-108-articulo-choles-mayas-mestizos-el-sur-S1870576613717963