Los antecedentes
La celebración de la Santa Cruz cada 3 de mayo, se remonta al siglo IV cuando Santa Elena, la madre del emperador romano Constantino -que ya era cristiana-, solicitó a su hijo la autorización para buscar en Jerusalén la Cruz en la que Cristo había sido crucificado.
Con un grupo de albañiles realizó una serie de excavaciones, encontrando tres cruces, para saber cual era la de Cristo tocaron a unos enfermos con ellas y la que correspondía a Él sanó a los mismos.
Constantino que aún no se había convertido al cristianismo, tuvo una visión en el año 312 donde durante una batalla contra su opositor Majencio: vio en el cielo una Cruz y la leyenda: “Con este signo vencerás” (“In hoc signo vinces”).
Estos acontecimientos propiciaron la conversión de Constantino y que declarara igualmente la libre práctica del Cristianismo en el Imperio Romano.
Desde el hallazgo de la Cruz por Santa Elena se inició una tradición, la de celebrar a los constructores el día 3 de mayo.
La Arquitectura en la UPAEP
Nuestro Ideario consigna que, “9. La UPAEP asume las valiosas aportaciones de la cultura occidental católica y el compromiso de la investigación, rescate, difusión y aportación de los ricos valores de la cultura mexicana” (Ideario UPAEP), en donde podemos observar que no sólo por la tradición relacionada con el rubro de la construcción la seguimos inculcando y practicando, sino, además por el ejercicio de nuestra fe como sustento de nuestra vida cotidiana.
En la UPAEP esta celebración se recuerda igualmente con la participación de maestros y alumnos, que buscan fomentar una relación más estrecha ente los futuros arquitectos y los trabajadores de la construcción desde su etapa formativa.
El trabajo en equipo y la relación con la sociedad ha sido un sello de la carrera de Arquitectura de la UPAEP que, desde sus inicios como escuela fundadora, ha tenido siempre por objetivo el ofrecer soluciones a los problemas de habitabilidad de las diferentes comunidades con las que trabaja, especialmente con aquellas más necesitadas,
El mismo espíritu de solidaridad con la que inició hace 49 años la carrera de Arquitectura sigue presente en la formación de sus estudiantes.
Ciertamente la tecnología, los materiales y la evolución propia de los conceptos teóricos y estilísticos de la Arquitectura, han propiciado un crecimiento de la enseñanza, pero sin perder nunca de vista el último fin de la arquitectura: crear espacios que satisfagan las necesidades del hombre.
Hemos apostado por incentivar la parte creativa de nuestra disciplina unida a la práctica, es decir, erigir el proyecto y volverlo una realidad. El ejemplo del desarrollo de habilidades dentro de la Arquitectura, se da a través de los catedráticos y, la más reciente muestra es nuestra Capilla Universitaria “Juan Pablo II”, un centro de espiritualidad integrado por un simbolismo religioso que le da un importante sentido místico y tiene la particularidad de funcionar como capilla abierta, es importante mencionar que obtuvo el premio de la XII Bienal de Arquitectura (CAPAC).
De igual manera, en el mundo globalizado actual, los estudiantes de Arquitectura de la UPAEP están inmersos en los procesos de intercambio con otras facultades y escuelas que les permiten ampliar sus horizontes y los preparan para atender los retos que conlleva esta globalización.
Sabemos que en UPAEP tenemos una gran responsabilidad con las nuevas generaciones de estudiantes, por ese motivo, nos comprometemos a cada día desarrollar nuestro conocimiento y habilidades para lograr la excelencia.
