Desde puestos de chalupas, molotes, tostadas, refrescos, juegos de azar, hasta novilladas, palenques y los tradicionales concursos de traje típico y canción ranchera es como se han vivido las noches mexicanas en UPAEP, desde su fundación hasta el día de hoy.
Fomentar el patriotismo siempre ha estado presente en el espíritu UPAEP. En el marco del festejo patrio de este 8 de septiembre y de cara al 50 aniversario de la Universidad, hoy hacemos un pequeño recorrido sobre cómo las Águilas UPAEP viven esta fecha.
La historia del festejo patrio en UPAEP se remonta a los primeros años de la fundación, así lo explicó el Mtro. Juan Armando Louvier Calderón, Profesor Investigador del Departamento de Humanidades. Durante el desarrollo de estos festejos no solo se contaba con los tradicionales puestos, sino que también se realizaba una novillada en la parte central del Campus.
El catedrático narró que si bien en un principio esta iniciativa recaía en las autoridades universitarias, se toma la decisión de que fueran los estudiantes quienes estuvieran al frente de la organización de este evento a través de las sociedades de alumnos y mesas directivas.
“En la vida de la universidad, la noche mexicana ha sido muy significativa, ha tenido una evolución para empezar en el aspecto cuantitativo, en cuanto al orden cualitativo, se ha visto la incorporación de diversos elementos que conjugan la noche”, explicó Louvier Calderón.
Por su parte, el Mtro. Juan Manuel Aguirre Langle, quien en la década de los 90 tuvo a su cargo el departamento de Integración Universitaria, comentó que el festejo patrio como se vive actualmente en UPAEP comienza a tomar forma en 1990.
“Se buscaba tener un impacto de formación cívica en los muchachos, por lo que la intención era realizar algo muy festivo, acompañado totalmente de la participación de los alumnos. Creo que una de las claves fundamentales fue la excelente simbiosis entre las autoridades del momento y la participación estudiantil”, mencionó el actual Jefe del Departamento de Educación Física y Deportes.
Ambos explicaron que el ambiente que se vivía en esas primeras noches mexicanas, era muy sano, fraterno, en donde la comunidad universitaria se reunía para festejar lo que representa ser mexicanos.
“La noche mexicana empezó fuerte, gracias a Dios ha sido una tradición que se ha ido consolidando año con año. Las tradiciones como todo lo valioso debe de evolucionar, debe tener algún cambio para que siga vivo, si no se quedan como piezas de museo. He visto un crecimiento fuerte en la participación, en que hay una convivencia muy fraterna, en donde conviven las autoridades de la universidad, los colaboradores y los estudiantes”, sostuvo el Mtro. Juan Louvier.
Como anécdota de esos primeros festejos quedan la reventa de los boletos para ingresar a esta celebración, así como los toritos de petate y fuegos artificiales.