El taekwondoín tuvo su última participación en los campeonatos CONADEIP
Tras concluir su elegibilidad deportiva con las Águilas UPAEP, Eduardo Aguas, estudiante y atleta, hace un balance de su paso por la universidad, un periodo que describe como "un viaje lleno de emociones, victorias, pero sobre todo lleno de aprendizajes".
Durante su tiempo como parte del equipo, Eduardo obtuvo logros importantes, siendo uno de los más significativos el haber recibido el Premio Águila, un reconocimiento que distingue a los deportistas más destacados de la institución. Sin embargo, más allá de las victorias deportivas, Eduardo se lleva valores fundamentales como la persistencia y la resiliencia, cualidades que considera indispensables tanto en lo académico como en lo deportivo.
"Mi estancia en la universidad influyó de manera positiva en mi crecimiento personal y profesional", asegura. Durante esta etapa, aprendió a vivir de manera independiente y responsable, aprovechando al máximo los recursos que le fueron otorgados. Equilibrar sus estudios con los entrenamientos no fue tarea sencilla, pero para Eduardo, fue un hábito que desarrolló desde temprana edad: "Desde muy pequeño empecé a entrenar, por lo que equilibrar el estudio y el deporte ha sido parte de mi vida".
El camino de un estudiante-atleta no está exento de desafíos. Para Eduardo, lo más difícil fue mantener un rendimiento óptimo en ambas actividades. En este proceso, el apoyo de sus entrenadores y profesores fue clave. "Fue de vital importancia. Los exámenes finales coincidían con mis competencias nacionales, pero siempre conté con el respaldo de mis profesores y coach", comparte con gratitud.
Entre los recuerdos más entrañables que se lleva de su paso por las Águilas UPAEP está el ambiente de hermandad dentro del equipo. "Los mismos valores que el taekwondo nos enseña nos llevaron a formar una verdadera hermandad, donde nos apoyamos en las victorias y en los aprendizajes". Eduardo destaca un momento especial: cuando ganó la medalla de oro en el Campeonato Nacional de la CONADEIP mientras todo su equipo entonaba un Alerombo, un instante que quedará grabado en su memoria.
Ahora que su etapa deportiva ha concluido, Eduardo se enfoca completamente en su desarrollo profesional y en los proyectos de emprendimiento que se le han presentado. "Es momento de centrarme en nuevas metas y retos", finaliza, dejando claro que su espíritu de persistencia y resiliencia lo seguirá acompañando.