El futbolista culminó su elegibilidad en la Institución
Tras culminar su elegibilidad deportiva como parte de las Águilas de la UPAEP, Daniel Trejo, estudiante-atleta, reflexiona sobre los momentos, aprendizajes y desafíos que marcaron su paso por la universidad. Para él, esta etapa representó un antes y un después en su vida, tanto en lo académico como en lo deportivo.
Un viaje único y lleno de logros
Trejo describe su experiencia con las Águilas como una etapa única que le permitió desarrollarse en múltiples aspectos. Entre los logros que más atesora están el ascenso a la división 1 de la CONADEIP y el haber colocado a UPAEP entre las ocho mejores universidades del país en su primer año compitiendo en esta categoría. Estos momentos, dice, son pruebas del esfuerzo colectivo y de la disciplina que caracterizan al equipo.
Disciplina y esfuerzo: Lecciones de vida
El tiempo de Daniel en UPAEP no solo le dejó trofeos, sino también valores que llevará consigo para siempre. "La disciplina y el esfuerzo vencen cualquier obstáculo, incluso superan al talento", afirma. Estas enseñanzas le han ayudado tanto en su crecimiento personal como profesional, brindándole herramientas para alcanzar sus metas y abrirle nuevas puertas.
Equilibrio entre deporte y estudios: Un reto bien aprovechado
Si bien ser estudiante-atleta implica sacrificios, como perderse momentos importantes con familia y amigos, Trejo asegura que todo valió la pena. Encontrar el balance entre las aulas y el campo no fue fácil, pero aprender a disfrutar el proceso y valorar cada reto fueron claves para su éxito. "Todo esfuerzo que hacía día con día tanto académicamente como en lo deportivo valdría la pena en un futuro", asegura.
El papel del equipo y la comunidad UPAEP
Daniel también destaca el impacto positivo de sus entrenadores, profesores y compañeros. "Sin el apoyo y empatía de ellos, todo se me hubiera complicado demasiado para lograr mi meta de concluir mi licenciatura", confiesa. Además, recuerda con cariño el ambiente del equipo y las amistades que formó. "Es difícil olvidarte de compañeros que veía diariamente, convivía más con ellos que con mi propia familia", dice con nostalgia.
Un momento para la historia
De todos los momentos vividos con las Águilas, el ascenso a división 1 ocupa un lugar especial en su corazón. "Fue en nuestra casa, con nuestra gente. Sin duda es y será inolvidable", afirma con emoción.
Mirando hacia el futuro
Con su elegibilidad en UPAEP cerrada, Daniel se enfoca en nuevos objetivos. Aunque seguirá practicando el futbol como una pasión, su atención está puesta en ejercer su profesión y continuar cumpliendo metas. "La disciplina que me dejó el futbol me orilla con todo gusto a seguir compitiendo, no al mismo nivel, pero seguiré haciendo lo que me gusta", concluye.