A partir del 7 de mayo del presente año, la Unión Europea cesó la comercialización de la vacuna Vaxzevria contra COVID-19, de la farmacéutica AstraZeneca, después de que durante la pandemia se administrarán más de 3,000 millones de dosis en todo el mundo (1). La farmacéutica argumentó el retiro de su vacuna en función de que hoy en día existen otras que incluyen protección contra las nuevas variantes del SARS-CoV-2.
La salida de la vacuna del mercado coincide con el reconocimiento de AstraZeneca ante el Tribunal Superior del Reino Unido, de que la vacuna puede causar trombosis como efecto adverso. Estos hechos derivan de la demanda judicial colectiva presentada por 51 individuos ante el tribunal, quienes afirman haber sufrido efectos adversos graves posteriores a la administración de la vacuna, entre ellos el más destacado la trombosis con trombocitopenia (TTS) (2).
La TTS se caracteriza por trombosis, únicas o múltiples, que afectan principalmente a las venas y, de manera menos frecuente, a las arterias de pequeño y mediano calibre en localizaciones inusuales como el bazo y el cerebro. Este efecto es debido a la presencia de anticuerpos anti-factor plaquetario 4 (anti PF4), los cuales causan agregación plaquetaria dando la clínica característica de micro y macro trombosis, además de un recuento bajo de plaquetas capaz de causar hemorragias en grados severos (3).
El 7 de marzo del 2021 se reportaron los dos primeros casos del efecto adverso en pacientes que recibieron la vacuna de AstraZeneca en Europa (3). El 2 de abril del 2021 se reportó el primer caso en México, en un hombre de 94 años. Los casos se reportaron entre los 3 y 31 días después de la vacunación, en los que se debía tener especial vigilancia en caso de síntomas como dolor de cabeza persistente o intenso, visión borrosa, confusión, convulsiones, dificultad para respirar, dolor de pecho, dolor abdominal o moretones (4).
La incidencia de la TSS es de 0.3-1.02 casos por cada 100,000 dosis administradas para la vacuna de Janssen y de 1.28-1.53 por cada 100,000 posterior a la vacuna de AstraZeneca, afectando en su mayoría a personas jóvenes; ambas vacunas se producen a partir de vectores de adenovirus no replicantes. Tras los eventos de trombosis, los países europeos suspendieron la administración de vacunas de este tipo en individuos de 18-39 años, sustituyéndolas por vacunas de otros componentes (3).
Es importante considerar que la incidencia de la trombosis cerebral en la población general es de 0.22-1.57-casos por 100,000 habitantes al año, muy similar a la reportada en vacunados (0.3-1 por cada 100,000); por lo que es posible que la trombosis pudiera haberse presentado independientemente de que los individuos recibieran esta vacuna. Por otra parte, no se ha identificado un factor de riesgo o sector poblacional específico de casos de trombosis, tampoco si el riesgo se aumenta con antecedentes de enfermedad vascular (5).
El beneficio de la vacunación supera el riesgo de presentar trombosis: recibir un esquema completo de vacunación reduce la probabilidad de enfermar de COVID hasta en 99%, mientras que la mortalidad se reduce hasta en 97%. Por otra parte, el riesgo de desarrollar trombosis propio de la infección es de 4.4% en pacientes con COVID grave (6), mientras que la trombosis por vacunación se ha presentado en apenas el 0.00158% de los casos (3). Bajo el escenario existente durante la emergencia sanitaria por COVI-19, la ocurrencia de casos de trombosis fue de menor magnitud si se compara con los millones de vidas que se salvaron con la aplicación de la vacuna de AstraZeneca.
Samia Grandvallet Slame es Médico Pasante de Servicio Social de la Facultad de Medicina UPAEP en el Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza- UPAEP
Ma. del Rocío Baños Lara es QFB, Maestra en Ciencias Microbiológicas y Doctora en Ciencias Bioquímicas. Actualmente es profesora- investigadora de la Facultad de Medicina UPAEP y directora del Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza- UPAEP. Pertenece a la Sociedad Mexicana de Virología y la Sociedad Americana de Virología.
contacto: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Bibliografía
- Onda Vasca. AstraZeneca retira su vacuna contra la covid tras admitir que puede provocar trombos. 2024. consultado en https://www.ondavasca.com/astrazeneca-retira-su-vacuna-contra-la-covid-tras-admitir-que-puede-provocar-trombos/
- Blanco, D. Las verdaderas razones por las que se dejó de comercializar la vacuna COVID de Astrazeneca en Europa. Infobae. 2024. Consultado en https://www.infobae.com/salud/2024/05/06/las-verdaderas-razones-por-las-que-se-dejo-de-comercializar-la-vacuna-covid-de-astrazeneca-en-europa/
- García-Azorín D, Lázaro E, Ezpeleta D, Lecumberri R, de la Cámara R, Castellanos M, et al. Síndrome de trombosis con trombocitopenia asociado a vacunas de adenovirus frente a la COVID-19: Epidemiología y presentación clínica de la serie española. Neurologia [Internet]. 2022; Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.nrl.2022.04.010
- COFEPRIS. Información para los profesionales de la salud Vacuna AZD1222 Covishield (sf) disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/661196/Informaci_n_para_los_Profesionales_de_la_Salud.pdf
- Scruzzi GF, Aballay LR, Carreño P, Díaz Rousseau GA, Franchini CG, Cecchetto E, et al. Vacunación contra SARS-CoV-2 y su relación con enfermedad y muerte por COVID-19 en Argentina. Rev Panam Salud Publica. 2022;46:e39. https://doi. org/10.26633/RPSP.2022.39
- Trujillo-Araujo AK, Cossío-Zazueta A, Camarillo-Nava VM, Serrato-Auld RC. Trombosis aguda arterial y venosa en pacientes infectados con COVID-19. Revista Mexicana de Angiologa [Internet]. 2021;49(2). Disponible en: http://dx.doi.org/10.24875/rma.21000017