En el entorno laboral actual donde la tecnología avanza a pasos agigantados, el concepto de “oficina” está experimentando una transformación radical.
La pandemia cambió drásticamente la forma en la que habitualmente trabajamos, y pues apuntaló los modelos de trabajo flexible, como el trabajo híbrido y el trabajo remoto, como alternativas eficientes para mantener la productividad y la continuidad de las organizaciones. Hoy nos encontramos ante una nueva disrupción tecnológica y la posibilidad de desarrollar nuestras actividades profesionales en lo que se ha denominado “la oficina infinita”, lo que representa un cambio paradigmático en cómo, dónde y cuándo trabajamos.
Este término ha sido acuñado por Mark Zuckerberg en el proyecto “Infinite Office” a partir de una iniciativa que busca revolucionar el concepto de trabajo remoto utilizando la realidad virtual y la realidad aumentada.
En la oficina infinita se prevé tener:
- Espacios de trabajo virtuales personalizables, lo que permitirá diseñar nuestra oficina ideal sin limitaciones físicas, además de crear y personalizar espacios de trabajo virtuales y la posibilidad de tener múltiples pantallas virtuales de cualquier tamaño.
- La posibilidad de mezclar elementos virtuales con el entorno físico, así como ver e interactuar con objetos reales mientras se está en el espacio de trabajo virtual.
- Reuniones virtuales inmersivas con avatares realistas, y salas de conferencias virtuales para colaboración en equipo, así como compartir y manipular modelos 3D en tiempo real.
- Compatibilidad con aplicaciones como Slack, Dropbox y Facebook Workplace, entre otros.
- La capacidad de ver y usar un teclado físico dentro del entorno virtual, así como el seguimiento de manos para una experiencia de escritura más natural.
- Avatares detallados que pueden reflejar expresiones faciales y lenguaje corporal.
- Espacios de trabajo virtuales accesibles para personas con capacidades diferentes.
- Controles de privacidad para gestionar la visibilidad y el acceso a los espacios de trabajo.
Es indudable que en la oficina infinita el concepto de “ir a trabajar” se transforma en un viaje virtual a través de un portal digital, lo que nos invita a reflexionar sobre los límites entre lo real y lo virtual, entre el trabajo y el juego, entre la productividad y la creatividad. Quizás, en este nuevo mundo laboral, la habilidad más valorada no será la experiencia técnica o el liderazgo, sino la capacidad de navegar fluidamente entre realidades y mantener la cordura en un universo de posibilidades infinitas.