Una palabra común
23/02/2024
Autor: Fátima Baños Teruggi
Programa Académico: Estudiante de Pedagogía e Innovación Educativa

La gran palabra del amor

Giramos alrededor de esta gran palabra, le atribuimos sentimientos, pensamientos, actitudes, afectos, ideas, acciones, y más. Es tan amplio, que el concepto es a la vez muy sencillo y complicado para definir. El amor es una experiencia humana universal, lo vivimos, experimentamos, recibimos y demostramos constantemente. 

Lo queremos tanto y lo anhelamos que parece que al intentar atraparlo se desvanece de nuestras manos. Solo algunos han logrado conseguir las claves para permanecer en él.

El amor es por excelencia aquello que plenifica, humaniza, inspira, es motor de nuestra existencia.

No quiero caer en el romanticismo y decir que el amor es color de rosa. Soy de las partidarias de creer que el amor implica también parte de sufrimiento. No puedes decir que has amado, si no has sufrido. ¿quieres un ejemplo? ahí está la Cruz.

Me pongo a pensar y el amor es entrega, entrega hasta el extremo. Es preferir al otro antes que a ti mismo. Existen diferentes tipos de amor, e irónicamente escribo esto en el día del amor y la amistad. Pero, aprovechando la fecha, también lo conecto con otro hecho, que es el Miércoles de Ceniza. Creo que el que haya sido este año la misma fecha no es coincidencia, porque no hay manera mejor para definir el amor que lo que simboliza este día, en el cual empezamos a prepararnos para vivir y recordar la expresión de amor más grande jamás realizada.

Y es que considero que sólo ahí es donde he experimentado el amor verdadero, uno que se entrega totalmente, que se ha dedicado a conocerme incluso mejor que yo misma.

Claro que existen diferentes tipos de amor; el que le tenemos a nuestros padres, nuestros amigos, hermanos, pareja, Dios. Todos plenifican, todos humanizan. Hablar de amor hace a uno elevarse y es que su valor es infinito. 

 

Mucho palabrerío

Suele pasar que nos encanta hablar sobre el tema del amor. Vivimos bombardeados de libros, películas, series, historias, comentarios, personas, todo nos habla del amor. 

Esto me hace a veces reflexionar si lo sabemos vivir.

¿Cuáles son esas obras, pensamientos y decisiones que expresan el valor del amor?

No podemos esperar que de repente llegue una ola de amor y que transforme nuestro corazón (o puede que sí… pero, sigamos con este hilo). Por eso, empezar con pequeñas acciones va a agrandar nuestro índice de amor. Así como para ser virtuoso hay que comenzar por hábitos, también para tener amor, hay que construir la virtud de la caridad.

Empecemos con acciones pequeñas y desinteresadas. ¿Por qué no un día te levantas más temprano y le sirves el desayuno a tu mamá? o, puedes también lavarle los platos a tu hermana, llévale y comparte con el vigilante de la universidad un delicioso pan dulce, ve a esa clase de baile que tanto te ha pedido tu amigo que vayas pero no has ido porque no es lo tuyo, etc. Estas pequeñas acciones, si se hacen por amor, van agrandando nuestro corazón. Cuestan al inicio, pero nada da fruto sin ese pequeño sacrificio. 

Cuidado, que tu motivación por hacerlas y la intención de tus acciones no sean egoistas. Reflexiona siempre el por qué haces las cosas ¿deber, satisfacción, o por el otro? (Aquí sabrás si es por amor).

Esto me hace recordar a una actividad que realizamos en el grupo estudiantil del que formé parte, Desde el origen, el año pasado sobre Los Miserables. Una obra que ejemplifica de una manera hermosa lo que es capaz de hacer el amor. Jean Valjean cambia radicalmente su vida al descubrirlo, Javert es incapaz de comprenderlo y conflictúa su criterio. Me enseña que aunque tengamos aspiraciones grandes, como para llegar a las estrellas, hay que empezar viendo hacia abajo (y hacia adentro), la necesidad de la gente y cómo podemos encontrarnos con el otro, para juntos subir hasta lo más alto. Quienes se encuentran heridos, en la miseria, sanan al encontrar el amor. Curiosamente, aquellos que encontraron el amor, sufrieron y se sacrificaron por alguien, sufrimos porque cuesta liberarnos de nuestro egoísmo. Y es que el sufrimiento, vivido con sentido, nos une más al amor. 

Aprovecho para invitarte a las actividades de este grupo tan bello, donde puedes descubrir más cosas sobre esta gran palabra… (te lo digo desde mi experiencia en el grupo).

Quiero amar

Somos únicos y cada quien ama según lo que tiene. Fuimos dotados de miles de cualidades y talentos que hemos de descubrir para poder amar más y mejor. Si ya dijimos que el amor es dar, entrega. ¿Qué mejor que dar lo que tenemos? Y lo único que realmente tenemos, es nuestra vida… Así, conocer lo que sabemos, con qué herramientas nos encontramos, podremos trabajarlas y ponerlas al servicio de otros. 

Te invito a que te conozcas, nadie ama lo que no conoce, y al conocerte, puedas darte, porque nadie da lo que no tiene. Si tu talento es el arte, da tu arte, si tu talento es enseñar, entrégate a la enseñanza, si tu talento es diseñar, entrégate a tu diseño. Cada uno desde su manera única de ser, embellece al mundo con eso que tiene que aportar, porque “el futuro pertenece más a los corazones, que a las mentes” (p.804, Los Miserables). Por ello, eso que tienes en tu mente, llévalo al corazón y entrégalo. Entrega lo que tienes y descubre el valor del amor.

¿Duele desprenderse? Sí ¿Vale la pena? Totalmente.