Hedy Lamarr, la pionera del Wi-Fi
29/02/2024
Autor: Ana Karen Rodríguez Jiménez
Foto: Estudiante de Idiomas, Enseñanza y Diversidad Cultural

 

 

-“Mi cara es una máscara que no puedo quitarme: 

siempre tendré que vivir con ella. La maldigo”-.

Hedy Lamarr (1914 – 2000).

Wireless Fidelity” (fidelidad inalámbrica), mejor conocido como Wi-Fi, es sistema inalámbrico que permite que los dispositivos electrónicos se puedan conectar a internet sin la necesidad de usar cables.

Gracias al mismo, es que hoy día contamos con la facilidad para conectarnos a internet; ¡bendita sea la tecnología! Sin embargo, si nos ponemos a indagar sobre su creación u orígenes, nos encontraremos con la particularidad de que los hombres encabezan la lista de los inventores que se encargaron de perfeccionar dicho sistema. 

No obstante, para sorpresa de muchos, la precursora de esta compleja técnica fue nada más y nada menos que una mujer. Dicho esto, el día de hoy hablaremos, recordaremos y honraremos a Hedy Lamarr.

Nacida el 9 de noviembre de 2014, Hedwig Eva Maria Kiesler, mejor conocida como Hedy Lamarr, fue una famosa actriz e inventora austríaca que durante los 30 y 40 llenó las salas de cine, además, fue una mujer que contaba con una gran belleza física e intelectual (su invención lo confirma).

Previamente a su carrera como actriz, Hedy se caracterizó por ser una niña superdotada; tanta era su sabiduría, que cuando tuvo edad comenzó a estudiar ingeniería, aunque, dejaría en pausa sus estudios para dedicarse al arte dramático. 

Así pues, su primer papel como actriz fue en “Geld auf der Straße” del director Georg Jacoby. Posteriormente, comenzó a realizar pequeñas intervenciones en otras cintas, a pesar de ello, no fue sino hasta 1932 que se catapultó al estrellato como consecuencia de una controversia; protagonizó la película Éxtasis del director checo Gustav Machatý. En esta cinta, Hedy tuvo que interpretar el primer desnudo integral de la historia del cine (cosa que más tarde le traería más infortunios que beneficios).

Derivado de esta película, Fritz Mandl (magnate de la industria armamentista) quedó embelesado de su belleza e inmediatamente le pidió a su padre permiso para cortejarla. Pese a que su hija no quería, hizo caso omiso de su sentir y como fruto de ello, terminó casándose con él. 

Después de su boda su vida se volvió un infierno, debido a que su esposo desarrolló unos celos enfermizos que lo llevaron a siempre tenerla vigilada (la llevaba a actos sociales y cenas de negocios), y pedir permiso para hacer cualquier cosa; fatigada de que solo la trataran como un trofeo, Hady retomó sus estudios. 

Gracias a los nexos de Fritz con el gobierno de Mussolini (le vendía armas), Hedy asistía a las reuniones con su marido y compilaba información de la tecnología armamentística nazi. 

Posterior a pasar años bajo el control de su esposo, Hedy se hartó de no poder hacer nada por su cuenta y decidió huir de su sofocante matrimonio. Durante un viaje de negocios que Fritz tenía, escapó a través de la ventana de los servicios de un restaurante, llevándose algunas de sus joyas para contar con dinero en efectivo.

Corriendo, Hedy pudo llegar a la estación de tren y viajar hasta París. Luego, llegó a Londres y transbordó el trasatlántico Normandie con destino a Estados Unidos; durante su viaje conoció al productor cinematográfico Louis B. Mayer, quien le ofreció trabajo antes de llegar al puerto; el único requisito que le pidió era que debería de cambiarse su nombre artístico para que no se le asociara con el filme Éxtasis. Hedy no lo pensó dos veces y accedió. En honor a la actriz de cine mudo Bárbara La Marr, Hedy se bautizó como Hedy Lamarr y firmó contrato con Metro-Goldwyn-Mayer en las aguas del Atlántico.

Una vez instalada en Hollywood, Hedy trabajó en múltiples cintas, aunque no fue la más cuidadosa en seleccionar sus papeles. Pese a esto, gracias a su belleza se convirtió en una estrella emergente de los años 30. 

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Hedy prestó sus servicios al Gobierno de los Estados Unidos, ya que contaba con información vital y relevante del armamento del ejército alemán; gracias a esto, ubicaron a Hedy en el departamento de tecnología militar.

Dentro de esta sección, Hedy se percató de que las señales de radio que guiaban los torpedos norteamericanos eran demasiado asequibles de captar. Así pues, junto con su amigo George Antheil (compositor) crearon un sistema de torpedos teledirigidos que funcionaba con 88 frecuencias equivalentes a las teclas de un piano, y era capaz de hacer saltar señales de transmisión entre las frecuencias del espectro magnético; tristemente, los militares despreciaron su invención. 

No fue hasta las crisis de los misiles cubanos (1962) que se empezó a hacer uso de la tecnología desarrollada por Lamarr; era utilizada para interceptar las comunicaciones y poder tener el control de los torpedos. Hoy día, esta técnica se emplea en los sistemas de posicionamiento por satélite como el GPS, además de ser el precursor del Wi-Fi. 

Al concluir la Segunda Guerra Mundial, Lamarr fundó su propia compañía cinematográfica, pero, los años venideros no fueron los mejores para la actriz. Como consecuencia de esto, empezó el declive de su carrera y vida personal. El hecho que la hizo desanimarse en mayor medida fue el que no la habían reconocido como la inventora de la tecnología que estaban usando; ni por fingido la mencionaban.

El reconocimiento de sus aportaciones llegó demasiado tarde, pues, fue hasta 1997 que le fue comunicada la concesión del Pionner Award, pero no se inmutó y simplemente se limitó a decir –“It’s about time”- (ya era hora).

Desafortunadamente, Hedy falleció el 19 de enero del año 2000 a los 85 años de edad a causa de una complicación cardíaca. 

Si nos ponemos a analizar la historia de esta mujer, nos podremos dar cuenta de que en esos entonces las mujeres solo eran vistas como trofeos que debían de ser reclamados por los hombres y que simplemente debían quedarse quietas y parecer estúpidas (como diría Hedy).  

El hecho de que una mujer fuera capaz de elaborar una tecnología muy compleja para la época, era un símbolo de amenaza que mancillaba y desdoraba el orgullo de los hombres; ¿cómo es posible que una cara bonita se dedicara a las matemáticas y no a solo a actuar? Ese ha de haber sido un pensamiento en boga que pudo haber surgido entre los hombres pertenecientes al departamento de tecnología militar.

No obstante, debemos de recordar que tanto hombres y mujeres pueden contener demasiada sabiduría en sus intelectos para crear cosas increíbles, además de innovadoras. 

Es por ello, que debemos recordar que durante la historia de la humanidad la mujer ha ejercido varios papeles que han derivado en el progreso de los seres humanos; es de vital importancia recordar que las mismas tienen voz y voto dentro de la sociedad. 

No se les debe de tratar como trofeos o ser utilizadas para satisfacer egos, ni mucho menos el ser controladas, menospreciadas o violentadas. Este es un llamado para recordar que la mujer ejerce un rol primordial en cualquier nación, por ende, merece respeto y admiración en vez de repudio u odio. 

Recuerda que una mujer fue la pionera del Wi-Fi.

Bibliografía:

BBC News Mundo. (2021, Abril 23). Cuándo se creó el wifi y qué significa realmente su nombre. https://www.bbc.com/mundo/noticias-56819578

Cambrige Dictionary. (s.f.). wi-fi. En Cambridge Dictionary US. Recuperado 14 de febrero, 2024, de https://dictionary.cambridge.org/us/dictionary/english/wi-fi

Sadurní, J. M. (2023, noviembre 8). Hedy Lamarr, la actriz que inventó el wifi. Historia National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/hedy-lamarr-actriz-que-invento-wifi_14882