UPAEP entrega a la sociedad nuevos médicos de pregrado, con la misión e donar sus talentos en pro de los demás.
“En la mochila del Interno, no deben faltar, tus creencias, convicciones y valores (respeto, empatía, responsabilidad, actitud de servicio), pero sobre todo tu vocación”, fue la recomendación que el Dr. Mariano Sánchez Cuevas, Vicerrector Académico dirigió a los nuevos médicos de pregrado durante la Ceremonia de Juramento Médico.
Aseveró que esta vocación ha sido fortalecida durante el trayecto formativo de los estudiantes en UPAEP. “Por nuestra parte como institución y no dudo que también desde la facultad le hemos puesto a tu Mochila del Interno, un sello especial, con un código que refiere a aquellos rasgos identitarios que son propios de la UPAEP, entre ellos”.
Añadió que el liderazgo transformador, sello distintivo de UPAEP, les permitirá a los futuros médicos esforzarse para tener una alta preparación académica, en el servicio a sus pacientes, con un sentido ético y humanista, y siempre con la idea de buscar el cuidado de los otros y la promoción del bien común desde los valores de la solidaridad, el respeto de la dignidad de la persona; de igual manera desde la subsidiariedad y la justicia.
Nuvia Monter, Directora del Programa Académico de Medicina, señaló que hoy es una fiesta por la vocación de cada uno de los estudiantes. “Los médicos que hoy egresan tienen una gran actitud de servicio que les permitirá romper cualquier barrera para poner al servicio de los demás sus talentos”.
Por su parte José María Benítez Salazar, a nombre de sus compañeros señaló que la historia da muestra que las grandes pandemias han dado lugar a descubrimientos e invenciones sin precedentes “¿acaso después de la peste negra, no vino el renacimiento? Y hoy, nosotros estamos renaciendo, estamos dejando de ser estudiantes de medicina, para convertirnos en médicos internos de pregrado, ha sido un camino largo, lleno de muchos obstáculos, así como de manos que nos ayudaron a sobrellevarlos”.
Invitó a sus compañeros a dejar de ser doctores que se refieren a los pacientes por número de cama, en lugar de por su nombre; a tratar a aquellas personas que están en sus peores momentos y acuden a nosotros, como nuestros padres e hijos.
“Siempre recuerden que todo lo que estudiamos, no es para sentirnos intelectuales, superiores o egocéntricos, sino para ponerlo al servicio de las personas que lo requieren”, sostuvo.