Las humanidades son un conjunto de ideas que ayudan a conformar una cultura basada en valores como la dignidad de la persona, pensar en los derechos de la persona, en la igualdad, la libertad, la tolerancia y el respeto a la sana crítica.
En este momento histórico que se vive actualmente se puede hablar de la presencia de una crisis generalizada que está impactando en el ámbito económico, social, cultural y político que en su conjunto, están fallando y modificando el actuar de la sociedad.
En términos políticos la democracia en el mundo está en crisis, es decir, cada vez hay menos países con democracias funcionales y las democracias que se tienen cada vez su calificación es menor en términos económicos, el sistema de mercado que durante mucho tiempo produjo “milagros en el mundo” hoy en día ha sido sustituida por un capitalismo salvaje en el cual el sistema financiero lamentablemente está privilegiando a un grupo de personas que se está volviendo dueñas del mundo, señaló Juan Pablo Aranda Vargas, Director de Formación Humanista de la UPAEP.
La ciencia, la tecnología y el conocimiento son algo extraordinario, algo importante, el problema es que si no se le da el sustento para qué sirven, si no se enseña a la persona para qué sirve todo esto, lo mismo podemos crear energía que producir una bomba nuclear, expresó.
También el núcleo familiar está bajo una presión durísima por la situación económica, por la inseguridad y otros factores, por lo que se necesita de políticas públicas para protegerlas y darles tiempo, tiempo de descanso, tiempo de convivencia, que puedan convivir con los miembros de las familias.
Si se quieren tener profesionistas críticos, creativos, con capacidad para la resolución de problemas, con capacidad para entrar en diálogo con el otro, trabajo en equipo, esto no lo da la educación técnica, estos diferenciadores los da la formación humanista, las humanidades, por lo tanto, las familias tienen que preguntarse qué están consumiendo, qué están leyendo y qué están escuchando.
Dijo que en términos sociales, se está regresando a problemas que parecía se habían abandonado en la Segunda Guerra Mundial, como es el regreso del racismo con una violencia brutal; el deseo de destruir al otro; la presencia de un nacionalismo exacerbado; la prohibición de la migración, entre otros y que están mostrando cómo el modelo social se está resquebrajando.
Aranda Vargas subrayó que México no se salva de esta sinergia que se está viviendo; nuestro país por cerca de 30 años tuvo un desarrollo democrático interesante, hoy en día trae un retroceso brutal, no es sólo de este régimen solamente, sino también de gobiernos del pasado.
“Tuvimos un avance institucional democrático importante y hoy en día estamos viendo el resurgimiento de esta confrontación antagónica, este simplismo entre ustedes y nosotros, gana uno o ganan otros, ricos y pobres enfrentados incluso con violencia y un régimen político que desafortunadamente promueve esta lógica; en la economía estamos viendo que todas las clases sociales están sufriendo, particularmente la clase media ha sido la más golpeada en los últimos años, además de que millones de personas han pasado a la pobreza, lo cual debe ser preocupante en un gobierno que prometió que primero los pobres”, expresó Juan Pablo Aranda.
Dijo que podemos observar que los pobres no están siendo los primeros, al menos en sacarlos de su pobreza, más bien se está viendo una apología de la pobreza como si fuera algo a celebrarse cuando en realidad debería ser algo que se tiene que solucionar.
En ese sentido, subrayó que las Humanidades pueden colaborar, poner su granito de arena. El problema que estamos viendo no es un problema de instituciones, es un sistema entero el que está siendo cuestionado, es decir, se va a seguir por la senda democrática o se va a adoptar otro tipo de cosas.
Indicó que cada vez se están viendo regímenes que “cobijan a un líder carismático contra todo lo demás y ensalzar una parte de la población contra la otra. Lo vimos con Donald Trump, con su populismo de signo de derecha, pero populismo tal cual”.
Aranda Vargas señaló, ¿Para qué nos sirven las humanidades?, con todo este mundo en el que estamos viendo como es el caso de México, la violencia va en aumento y es más descarada e inhumana en el sentido de que se ve menos respeto por la vida humana, por la dignidad de la persona; en el caso del sistema económico, pareciera que sólo quiere pisotear a los demás con tal de que solo una parte gane; vemos una sociedad en donde no se conoce a los vecinos, no se es capaz de interactuar con los demás, además de ser incapaces de entender al otro, el gran problema es el radicalismo, es decir, nadie quiere escuchar al otro; debemos ser capaces de escuchar al otro, de establecer diálogos.
Enfatizó, “tenemos que comenzar por entender a las humanidades no como esa serie de conocimientos que nos hacen brillar en reuniones sociales”. Las humanidades son un conjunto de ideas que ayudan a conformar una cultura basada en valores como la dignidad de la persona, pensar en los derechos de la persona, en la igualdad, la libertad, la tolerancia, el respeto a la sana crítica, el hecho de que todos somos capaces y tenemos el derecho de participar en la vida pública; es decir, las humanidades son el corazón de todo esto, porque lo que permiten las humanidades a través de la literatura, el cine la música, es todo este conjunto de ciencias que nos enseñan a ver al otro”.
Agregó, “no nos enseñan a hacer eso desde la educación básica, en donde tenemos una gran crisis actualmente en el modelo educativo hoy en día. Este gobierno ha olvidado absolutamente el tema de que la educación básica es fundamental, porque no basta con que el niño sepa leer, es necesario que aprendan a pensar, poco a poco convertirlos en personas y no se está haciendo”.
Acotó que las humanidades ponen en contacto a las personas con lo diferente. “Cuando uno lee una novela, lee un punto de vista diferente. Leer el punto de vista de una persona cuyo mundo de valores son tan diferentes que nos obliga a entrar en un diálogo”. Lo que estamos viendo hoy en día no solo con el ambiente político sino también con las redes sociales, que lo único que hacen es cerrar el debate y se da un enfrentamiento frontal y lo que hacen es evitar el conocer una forma diferente de pensar.