La Luna y Marte ¿un hogar en el futuro?
12/09/2023
Autor: Fátima Priscila Hernández Ramírez

Habitar la Luna y Marte cada vez parece ser una realidad y no ciencia ficción; actualmente hay proyectos que buscan explorarlos para que algún día se pueda vivir en ellos.

Aaron Paz, es uno de los ingenieros en la NASA y gerente de múltiples proyectos en el Johnson Space Center que buscan crear un camino más viable para habitar la Luna y Marte por largos periodos.

Una de las mayores preocupaciones al pensar en la exploración de otros planetas es la disponibilidad de recursos. Desde hace años se han realizado múltiples investigaciones para determinar la disponibilidad de oxígeno, metales, metaloides, regolito y agua. Por ejemplo, la Luna tiene agua congelada, igual que Marte, aunque en una manera un poco diferente. Considerar estos aspectos es fundamental al momento de considerar el habitar en estos lugares por largos periodos.

El Prime-1 (Polar Resources Ice Mining Experiment – 1) y VIPER (Volatiles Investigating Polar Exploration Rover), han sido los proyectos tecnológicos vitales en esta idea ya que a través de taladrar el suelo y el análisis de las muestras permitirán dar a conocer el tipo de agua que hay en la Luna y estimar la cantidad que hay disponible, pero con la desventaja de que aún no se puede almacenar para el uso de nuestro interés. Se espera que en el futuro estos dos proyectos sigan aportando información útil, pero ante los impedimentos de estos surge el subsistema Light WAVE (Light Water Analysis and Volatiles Extration) que permitirá usar un taladro para extraer y almacenar el agua de las muestras.

A través de la electrólisis se puede separar el oxígeno del hidrógeno permitiendo que el oxígeno sea aprovechado para prolongar directamente el aire que la gente pueda respirar al almacenarlos en tanques y usar el hidrógeno como propulsor y combustible que permita ampliar las capacidades de explorar grandes áreas en el espacio sin miedo de quedarse sin estos valiosos recursos.

El Ing. Aaron Paz y su equipo han estado trabajando arduamente para que esto sea posible. A través de sus múltiples esfuerzos han acercado más a nuestra realidad lo que es la minería de hielo lunar, adicionalmente trabajan en otro proceso que han puesto en práctica en febrero del 2023; la reducción carbotérmica solar. En el proceso de reducción carbotérmica solar se busca concentrar la energía calorífica del sol para derretir el regolito (material local que cubre la superficie de la Luna) y extraer el agua para separar sus elementos. En conjunto, su equipo y él esperan repetir el experimento de la reducción carbotérmica solar en 2024 con un reactor automatizado que ahora es desarrollado por Sierra Space lo cual los acerca más a llevar esta tecnología directamente a la Luna.

Aunque Marte tiene una disponibilidad de recursos muy diferente a los de la Luna no quita el hecho de que comparte algunas características como la presencia de oxígeno. El dióxido de carbono es un compuesto que se encuentra en abundancia en Marte lo que nos dice que se puede obtener oxígeno, esto se puede lograr con la ayuda de MOXIE (Mars Oxygen In-Situ Resource Utilization Experiment) que es otro proyecto que permitirá extraer el oxígeno del CO2. Adicionalmente, Marte tiene una gran cantidad de agua en su superficie, pero la mayoría se encuentra en el suelo, por lo que para obtenerla también será conveniente usar el proceso de carbotérmica solar para derretir el regolito de la superficie de Marte. De esta manera, se convierte en una gran fuente de recursos para los intereses de propulsores de hidrógeno en Marte. 

La tecnología ISRU (In situ resource utilization) de la NASA también ha sido usada la Tierra, pues el proceso de electrólisis permite generar hidrógeno a grandes escalas, el derretir regolito con la energía solar carbotérmica nos permite producir silicona sin emisiones de carbón; y el dióxido de carbono y el agua pueden ser usados para la elaboración de plásticos.

Sin duda, el trabajo del equipo del Ing. Aaron Paz es ambicioso y avanza con creces en favor de promover la investigación de la Luna y Marte, no nos queda más que esperar que estas grandes tecnologías sean perfeccionadas para ser aprovechadas en su máximo esplendor tanto en el espacio exterior como para reducir la huella de carbono de nuestro planeta.