La inteligencia artificial limitada ante la creatividad e innovación de los humanos
27/08/2025
Autor: Juan Méndez
Foto: Juan Méndez

El uso indiscriminado puede llevar a un “cerebro flojo”, es decir, a la pérdida de la capacidad de razonamiento crítico en estudiantes y profesionales. El reto es usar la inteligencia artificial como aliado, no como reemplazo de nuestras propias capacidades.

La evolución tecnológica no se detiene, y con ella también cambian las herramientas que permiten su desarrollo. Roberto Salazar Márquez, profesor de la Facultad de Tecnologías de Información y Ciencia de Datos de la UPAEP, habló sobre las tendencias actuales en lenguajes de programación, un tema crucial en la era de la inteligencia artificial, el big data y el cómputo cuántico.

El académico explicó que los lenguajes de programación han acompañado cada revolución tecnológica de los últimos 75 años. “Cada salto en la historia —el microchip, el microprocesador, las PC, internet, los móviles y ahora la inteligencia artificial— ha exigido nuevas formas de crear software. Hoy estamos en otro punto de inflexión, con retos que abarcan desde el cómputo cuántico hasta el entrenamiento de inteligencias artificiales”, señaló.

Uno de los fenómenos más interesantes es el retorno de lenguajes clásicos, como Fortran, altamente valorados por su precisión en cálculos complejos, útiles en big data y análisis científico. Sin embargo, la irrupción de tecnologías emergentes obliga a la creación de lenguajes especializados, capaces de adaptarse a nuevas demandas como la programación cuántica o el entrenamiento de algoritmos de IA.

“Los lenguajes evolucionan como lo hace la tecnología. Cada área —salud, industria, ciencia, conectividad— está requiriendo herramientas específicas para su desarrollo”, explicó Roberto Salazar.

Respecto al papel de la inteligencia artificial en la programación, el profesor subrayó que, si bien ya puede generar fragmentos de código y asistir en procesos, todavía no reemplaza la creatividad ni la capacidad crítica del programador humano.

“Hoy podemos pedirle a una IA que nos haga una página web sencilla y lo hace con relativa eficiencia. Pero cuando la petición se vuelve compleja, la inteligencia comienza a fallar. Son herramientas de apoyo, no sustitutos”, advirtió.

Asimismo, resaltó que su uso indiscriminado puede llevar a un “cerebro flojo”, es decir, a la pérdida de la capacidad de razonamiento crítico en estudiantes y profesionales. “El reto es usar la inteligencia artificial como aliado, no como reemplazo de nuestras propias capacidades”.

Otro de los puntos tratados fue la ciberseguridad, tema fundamental ante el crecimiento de datos sensibles. “El software es un producto humano y, por ende, imperfecto. Siempre habrá vulnerabilidades que alguien intentará aprovechar. De ahí la necesidad de estrategias constantes para minimizar riesgos”, señaló.

En cuanto al mercado laboral, el académico fue claro, hay más demanda que oferta de programadores en el mundo. “El desarrollo de software está altamente solicitado y las universidades no producen suficientes egresados para cubrir la necesidad. No es solo un problema de México, es global. Los ingenieros de software están muy peleados en la industria”, aseguró.

Para el maestro Salazar Márquez, el futuro inmediato apunta hacia lenguajes especializados en áreas como cómputo cuántico, inteligencia artificial, ciencia de datos y big data, sin dejar de lado los lenguajes generales que sostienen aplicaciones móviles e internet.

La programación, dijo, toca ya todas las áreas de la vida humana: “Hoy la medicina, la industria automotriz, la educación, la comunicación, todo depende de la tecnología. Y detrás de esa tecnología hay horas de programación que el ciudadano común no ve, pero que hacen posible su vida cotidiana”.

El profesor hizo un llamado a los estudiantes interesados en las ingenierías.

“Las áreas de tecnologías de la información, big data y software tienen un campo laboral inmenso. Se necesita mucha gente preparada. El reto es que la tecnología avanza más rápido de lo que se forman los profesionales. Los invito a sumarse a este camino, es un área de oportunidad enorme, en México y en el mundo”.