El gobierno debe realizar reformas fiscales progresistas y garantizar un entorno de certeza jurídica y seguridad
04/09/2025
Autor: Juan Méndez
Foto: Juan Méndez

La inflación alcanzó en julio un nivel del 3.5%, su punto más bajo en los últimos años, lo que da mayor previsibilidad económica y abre la puerta a que Banco de México pueda reducir la tasa de referencia, abaratando créditos y dinamizando la actividad productiva.

Podemos calificar los resultados del primer año de gobierno de la Presidenta de México Claudia Sheinbaum como un escenario de claroscuros, con avances importantes en estabilidad macroeconómica y reducción de desigualdad, pero también con retos estructurales en crecimiento económico, déficit fiscal y certidumbre jurídica, subrayó Anselmo Salvador Chávez Capó, profesor de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de UPAEP.

Chávez Capó destacó que la inflación alcanzó en julio un nivel del 3.5%, su punto más bajo en los últimos años, lo que da mayor previsibilidad económica y abre la puerta a que Banco de México pueda reducir la tasa de referencia, abaratando créditos y dinamizando la actividad productiva.

En cuanto al desempleo, señaló que México mantiene una tasa oficial del 2.7%, una de las más bajas a nivel mundial. Sin embargo, alertó que casi el 50% de la población económicamente activa trabaja en la informalidad, lo que limita el acceso a seguridad social, ahorro para el retiro y prestaciones básicas. En el caso de Puebla, la cifra es todavía más alta, cercana al 70%, ubicando al estado entre los de mayor informalidad del país.

Uno de los aspectos más positivos del informe presidencial es la reducción de la pobreza multidimensional, que pasó de 41.9% en 2018 a 26.6% en 2024, lo que benefició a 13.5 millones de personas. El académico explicó que este logro no se debe únicamente a los programas sociales, sino también al incremento real del salario mínimo, que acumula un aumento de más del 135% desde 2018.

Asimismo, el coeficiente de Gini bajó de 0.426 a 0.391, lo que convierte a México en el segundo país con menor desigualdad en América, después de Canadá.

Entre enero y junio de 2025, México captó 36 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, cifra histórica que refleja confianza en el país pese a un entorno internacional adverso.

En cuanto a las finanzas públicas, los ingresos del gobierno ascendieron a 5.9 billones de pesos al 31 de agosto, un incremento real del 8.5% respecto al año anterior. Esto permite prever que se cubrirán las necesidades del presupuesto, aunque la deuda pública ronda el 50% del PIB, lo que genera presión por el pago de intereses y reduce márgenes de maniobra.

Anselmo Salvador Chávez señaló que el crecimiento económico sigue siendo el talón de Aquiles del país. En 2024 el PIB apenas creció un 1.2%, mientras que para el primer semestre de 2025 algunos cálculos independientes lo colocan en -0.5%, y las proyecciones para el cierre del año se ubican alrededor del 1%.

A esto se suma un déficit fiscal histórico de 5.9% del PIB, lo que, junto con la deuda, puede comprometer el futuro de las finanzas públicas si no se realizan reformas estructurales, principalmente en materia fiscal y energética.

Otro de los riesgos identificados es la percepción de inestabilidad derivada de la reforma judicial, que genera dudas entre inversionistas sobre la solidez del Estado de derecho en México.

Además, la inseguridad sigue siendo un factor que incrementa los costos para las empresas. De acuerdo con el especialista, en la última década las compañías han tenido que destinar hasta un 25% más de su presupuesto en seguridad, lo que encarece bienes y servicios para los consumidores.

El académico señaló que la presidenta Sheinbaum presentó “su mejor cara” en este primer año de gobierno, con indicadores sociales y de estabilidad que respaldan su discurso de que “estamos bien y vamos a estar mejor”. No obstante, advirtió que los próximos meses serán decisivos para consolidar o debilitar esa narrativa.

“Necesitamos un puente entre la justicia social y el desarrollo productivo. Para sostener la redistribución, el Estado requiere ingresos, y esos ingresos solo provienen de dos fuentes: impuestos o deuda. Si no se da certidumbre a la inversión privada, no habrá nuevos negocios, no se generará empleo formal ni se recaudarán los impuestos necesarios para financiar salud, educación y seguridad”, puntualizó.

Chávez Capó concluyó que el futuro inmediato dependerá de la capacidad del gobierno para fortalecer la institucionalidad, realizar reformas fiscales progresistas y garantizar un entorno de certeza jurídica y seguridad. Solo así, dijo, México podrá transformar el momento estelar que vive hoy en una trayectoria sostenible de crecimiento y equidad.