La estadística es el corazón, el motor matemático que da sentido a los datos, mientras que la ciencia de datos es el organismo completo, combina bases de datos, visualización y algoritmos de aprendizaje automático.
La UPAEP, a través del Decanato de Ingenierías, recordó la importancia del Día Mundial de la Estadística, subrayando su estrecha relación con la Ciencia de Datos, disciplinas que hoy resultan indispensables para la toma de decisiones fundamentadas y el manejo ético de la información.
José Luis Ávila Valdez, profesor de la Facultad de Tecnologías de Información y Ciencia de Datos de la UPAEP, destacó que esta fecha —proclamada por la Organización de las Naciones Unidas y celebrada cada cinco años desde 2010— busca reconocer el papel fundamental que juegan los datos y el análisis estadístico en la transformación social, económica y tecnológica del planeta.
“Este año el lema fue ‘Impulsar el cambio con estadísticas de calidad y datos confiables’. Vivimos en una era de datos masivos: cada día se generan más datos que todos los producidos hasta el año 2020. La estadística nos proporciona el marco científico para analizarlos, mientras que la ciencia de datos nos ofrece las herramientas computacionales para procesarlos a gran escala”, puntualizó José Luis Ávila.
El especialista explicó que, lejos de reemplazarse, la estadística y la ciencia de datos son disciplinas complementarias. “La estadística es el corazón, el motor matemático que da sentido a los datos, mientras que la ciencia de datos es el organismo completo, combina bases de datos, visualización y algoritmos de aprendizaje automático. No puede haber una sin la otra”.
Ávila Valdez expuso ejemplos de cómo estas herramientas impactan múltiples sectores:
Industria automotriz: empresas como BMW o Tesla usan sensores e inteligencia artificial para predecir fallas y reducir hasta en un 40% los tiempos muertos en sus líneas de producción.
Mercadotecnia: plataformas como Netflix o Amazon aplican modelos estadísticos y algoritmos de segmentación (como K-means) para personalizar recomendaciones.
Aeroespacial: la NASA y Boeing utilizan modelos estadísticos avanzados para evaluar la confiabilidad de cohetes y aeronaves antes de su lanzamiento o construcción.
Medicina: todos los fármacos y vacunas pasan por rigurosos ensayos clínicos controlados, sustentados en modelos estadísticos como los análisis de supervivencia de Kaplan-Meier.
Ciencias sociales y política: las encuestas y censos poblacionales dependen de la estadística inferencial y del teorema del límite central para obtener datos representativos y confiables.
Respecto al porvenir de estas disciplinas, Ávila Valdez identificó tres tendencias clave. Inteligencia artificial explicable, donde la inferencia estadística permitirá entender el “por qué” detrás de las predicciones automatizadas.
Automatización estadística, que democratiza el acceso al machine learning pero exige dominar conceptos básicos como valores p, márgenes de error y pruebas de hipótesis.
Estadística bayesiana, con aplicaciones cada vez más amplias gracias a los algoritmos de Montecarlo y cadenas de Markov.
“El futuro no es la estadística o la ciencia de datos. El futuro es la estadística y la ciencia de datos. Son dos campos que deben avanzar de la mano”, enfatizó.
El académico subrayó que el manejo responsable de los datos requiere ética y validación cruzada. “No todos los modelos son 100% confiables. Hay que reportar los límites, resguardar la confidencialidad de los datos y trabajar con especialistas de otras áreas. El conocimiento interdisciplinario es el que da sentido a las soluciones basadas en datos”.
Asimismo, invitó a los jóvenes y profesionales a invertir en su capacitación estadística, señalando que las bases matemáticas siguen siendo indispensables en esta era digital. “Hay que dominar las matemáticas, aprender programación y, sobre todo, desarrollar pensamiento lógico. Hoy existen cursos gratuitos que pueden ayudarnos a comprender desde conceptos básicos como la variabilidad o el valor p, hasta modelos predictivos complejos”.
Para concluir, Ávila Valdez dejó una reflexión sobre el verdadero valor de los datos en la actualidad. “Celebremos no solo los números, sino la sabiduría para interpretarlos correctamente. Porque al final del día, los datos solo hablan si sabemos escucharlos con herramientas estadísticas apropiadas”.